Albeiro Castro Yépez
La reciente conmemoración de los 408 años de la fundación de Neiva se vivió con solemnidad y respeto, gracias a la amplia difusión que se realizó a través de internet, destacando que se mantuvo la tradicional estructura del festejo, un solemne acto religioso, el sentido homenaje a Don Diego de Ospina y Medinilla fundador de la ciudad, la sesión oficial de la Academia Huilense de Historia y por supuesto, la puesta en escena de un amplio repertorio de música y danza. Internet hizo el milagro de no dejar pasar desapercibido tan importante efeméride para los neivanos.
Esta misma línea de planeación de la fiesta puede resultar útil para la conmemoración de la fiesta de San Juan, devoción que surgió a partir de la cristianización del mundo sustituyendo la tradicional fiesta del sol. Para el caso de los habitantes del valle alto del río Magdalena, la fiesta se celebraba al interior de la Hacienda Ganadera, las familias rezaban la novena a San Juan Bautista, disfrutaban las vísperas y el día del santo después de participar en la misa mayor, consumían sus viandas típicas, festejo que culminaba con el baño en el río o en la quebrada.
Hoy cuando las limitaciones sanitarias impuestas para contener el contagio del Covid-19 han limitado las reuniones en espacios abiertos al público, sitios donde fundamentalmente se acudía para darle rienda suelta a la rumba, los huilenses tenemos la oportunidad de retomar las tradiciones que dieron origen a la fiesta, celebrando con devoción y alegría la tradicional fiesta de San Juan.
Las abuelas hablaban del apronte como el abastecimiento de los insumos necesarios para la preparación de las viandas, el resacado y la chicha, hoy cuando la cocina típica se ha industrializado se habla del encargo, esto es, la reserva a un proveedor de Asado Huilense, lechona y tamales, eventualmente la chicha, el resacado se ha sustituido por cerveza, aguardiente o cualquier otro licor. Participar en la Misa Patronal hoy es fácil gracias a la magia de internet y a la disposición de los sacerdotes para utilizar este medio; este año, si continúan las restricciones de movilidad, se puede revivir el tunar con vecinos y compadres intercambiando bizcochuelos y mistelas, pero también, morcillas y asaduras.
En cuanto al rajaleña y los bailes de bambucos y sanjuaneros el esquema se puede repetir con mayor holgura, utilizando el Parque de la Música como el escenario ideal para darle soporte a la difusión por los medios digitales, de fondo, una seguidilla de presentaciones de orquestas locales para animar la verbena popular. Ideal disponer de un nutrido inventario de videos de fiestas, verbenas y juegos pirotécnicos que permitan mantener el entusiasmo de la teleaudiencia. En suma, el entusiasmo de la fiesta no se puede perder.