En la búsqueda insaciable de empezar a participar en procesos de ciudad, un grupo de trabajo de la Facultad de Arquitectura de la Universidad ‘Antonio Nariño’, en cabeza de su decano Mark Victoria, empezó a realizar intervenciones arquitectónicas en diferentes puntos vulnerables de la ciudad.
El proyecto del cual hace parte la comunidad intervenida, se denomina Arquitectura UAN Social, con la que no solo buscan cambiar la cara de la ciudad y darle una solución arquitectónica al sitio intervenido, sino también, ser incluyentes con el fin de cambiar problemáticas sociales.
“Este proyecto nace de una búsqueda en la que la Facultad empezará a participar en procesos de ciudad, cosa que antes no pasaba; por eso ha venido haciendo diferentes intervenciones en lugares muy vulnerados, con muchas dificultades y con comunidades que tienen una gran problemática social, en donde hemos realizamos microproyectos arquitectónicos, para que a partir de ellos, se puedan solucionar algunas falencias en la capital huilense”, expresó Mark Victoria, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad ‘Antonio Nariño’.
Según el Decano y líder de este proyecto, desde la Facultad se piensa que las pequeñas intervenciones pueden cambiar la realidad y solucionar una de las tantas problemáticas sociales que tiene Neiva y el departamento; “y si uno suma esas pequeñas intervenciones y acciones, donde podemos generar un sistema, se puede pensar en hacer ciudad”, dijo.
Diseño de Mercado Campesino de ‘Calixto Leiva’; estructuras que sirven como stand, jardín y barras de ejercicio.
UAN Social
El proyecto que empezó a desarrollarse desde hace un año, comenzó a ejecutarse y dar sus primeros pinitos hace seis meses; luego de armarse un equipo especial, del que hacen parte algunos docentes y estudiantes de la Facultad y en el que además participan las comunidades intervenidas, como uno de los objetivos principales del proyecto.
“Cuando empezamos, arrancamos en lugares donde veíamos necesidades y donde podíamos darle solución a esas pequeñas problemáticas; por ejemplo acá en Neiva hicimos un proyecto en el parque La Rebeca, trabajando con niños discapacitados que entrenan en ese lugar, logramos diseñar e implementar unas instalaciones donde ellos pudieran hacer todo su trabajo deportivo”, sostuvo Mark Victoria.
Según el arquitecto, otro de los lugres y comunidades intervenidas fueron los pescadores del Malecón de Neiva, donde el principal objetivo era buscarle solución a los desechos y malos olores obtenidos por el trabajo artesanal realizado en el lugar, para eso, el equipo diseñó unos módulos en el mismo lugar, donde la comunidad intervenida no se viera afectada posteriormente.
Centro de la maloca que se construye en el resguardo El Rosal, zona rural del Valle de Laboyos.
Importancia
“Una de las cosas más importantes del proyecto es que son proyectos participativos, no es solo presentarlo a la comunidad y hacerlo, sino trabajar de la mano con las personas que se van a beneficiar para que se apropien y valoren esa construcción”, manifestó.
Según el docente, cuando a las personas les cuesta hacer algo, lo cuidan y valoran más. Otro de los microproyectos que este grupo de profesionales y profesionales en formación han presentado, liderado y construido, ha sido en los parques ubicados en ‘Calixto Leiva’, el parque Santander, la plaza de San Pedro y La Gaitana.
Para poder intervenir y conocer las necesidades de las comunidades, según el grupo de trabajo, primero fue necesario hacer un estudio de aula donde se analizaron diferentes puntos de la ciudad que tuvieran problemáticas, pero que además estuvieran al alcance de los interventores, y los cuales reflejaran un beneficio no solo para el sector, sino para la misma comunidad intervenida.
“Los resultados de estos pequeños trabajos y las buenas experiencias, nos motivaron a trabajar proyectos más grandes y de mayor intervención, por eso ahora lideramos dos macroproyectos, uno en la capital huilense, y otro en zona rural de Pitalito”, añadió.
Diseño de la maloca indígena que el grupo UAN social construye con esfuerzo el resguardo indígena El Rosal.
Mercado campesino
El mercado campesino es uno de los macroproyectos que este equipo de jóvenes empezó a desarrollar en la capital huilense. “Este es un proyecto donde hemos involucrado a la comunidad con el fin de reorganizar este mercado que tanto le ha aportado al municipio”, sostuvo.
Según UAN Social, el diagnóstico obtenido en el mercado campesino de ‘Calixto Leiva’, el lugar tiene una problemática social muy grande, donde, según el estudio, se puede afirmar que las personas que habitan alrededor del parque ya no les gusta que los campesinos realicen esta actividad en este sitio, puesto que esto, genera hasta problemas de movilidad los fines de semana.
“Esto ha generado que vecinos y campesinos ya no se quieran, además se le pueden agregar dificultades de movilidad y de desorden de ciudad; sin embargo un de los problemas más graves es uno social que tiene que ver con los niños y jóvenes que crecen en esta zona y no toman los mejores caminos, pues el barrio se encuentra ubicado en una de las comunas que más enfrenta problemas sociales y económicos de la capital”, añadió.
Sin embargo, para ellos, la arquitectura es una excusa para hacer ciudadanos y esto ha pasado aquí (mercado campesino); “también hicimos un diagnóstico y entre todos empezamos a dar soluciones a estas problemáticas y generamos un diseño, planteamos unos modelos y ya hicimos real el primer prototipo”, subrayó.
Primer stand entregado a la comunidad del mercado campesino de ‘Calixto Leiva’, construido con los jóvenes del sector.
El proyecto en el mercado campesino se trata de una instalación que lo que hace es suplir la capa provisional que arman y desarman todos los fines de semana estos campesinos. Este módulo tiene muchas funciones; no solo funciona como stand, sino como jardín, juegos de niños y para que los jóvenes hagan ejercicio; pues una de las cosas que busca UAN Social, es que con un solo proyecto se puedan resolver las problemáticas de muchos sectores implicados en este sector.
“Es interesante que los jóvenes se incluyan solos en los proyectos, que hagan parte de un proyecto constructivo que lo único que busca es el bien para él y la comunidad en general. No somos psicólogos pero estamos seguros que estos proyectos generan impactos sociales muy importantes, donde los jóvenes por apoyar y construir con nosotros, dejan atrás todo lo malo que pueden hacer en los tiempos libres”, comentó el decano.
Comunidad indígena del resguardo El Rosal, trabajando de la mano con el grupo UAN Social.
Maloca
El otro macroproyecto es una maloca en un resguardo indígena del Valle de Laboyos. “Este proyecto lo estamos llevando a cabo con una comunidad indígena, precisamente en el resguardo El Rosal; los indígenas en Colombia por muchos años han sido vulnerados y olvidados; en algún momento tuvimos el ingreso a su comunidad y conocimos una de sus más grandes problemáticas, que no tenían su lugar de hacer rituales; de igual forma, este territorio tiene falencias de vivienda y hasta de servicios básicos”, comentó.
La principal idea de UAN Social fue rescatar la identidad de la comunidad y a partir de la arquitectura, construir el punto más importante para ellos, que es indudablemente la maloca, centro de reuniones de su comunidad.
“Lo que estamos haciendo es construirles la maloca, la que hace algún tiempo diseñamos con ellos mismos porque tienen una serie de conceptos espirituales y de formas que la hacen cada día más especial. La Facultad solo trasmite el conocimiento para que la arquitectura sea un poco más científica, pero al mismo tiempo nos estamos retroalimentando de muchas cosas, como este, que nos ha enseñado no solo de cultura sino de costumbres, ellos saben manejar todo el material como la guadua, entonces nosotros lo hacemos técnicamente para hacer un proceso constructivo”.
Según el director del proyecto, Mark Victorio, una de las cosas que queremos que pasen, es que estos tipos de proyectos sigan solos, es decir; “nosotros planteamos la iniciativa, hacemos los primeros modelos, sembramos la idea y las comunidades las lideren y las mantengan por mucho tiempo. Así como nos ha pasado en otras partes, los mismos jóvenes nos han dicho, déjenos los tubos y nosotros nos conseguimos la pintura y el material que haga falta; es dejarle el chip metido y el cambio de mentalidad”.
Esta es la reorganización que se espera tener en el barrio ‘Calixto Leiva’.
Inversión
Según Mark Victoria, al trabajo que vienen adelantando solo le sobran ganas, pues todo esto es gestión; “una iniciativa de profesores y estudiantes que con la ayuda de la comunidad se hace posible; aquí solo repartimos esfuerzos para poder ver reflejados los frutos”, concluyó.
Mark Victoria, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Antonio Nariño.