La Nación
“Así me declaré lesbiana” 1 7 mayo, 2024
ACTUALIDAD

“Así me declaré lesbiana”

Foto: Ilustración.

LA NACIÓN.com.co diálogo con una lesbiana, que aprovechando el plantón `No Homofobia, No transfobia`, decidió contar cómo salió del closet y qué le ha significado amar a las personas del mismo sexo.
 
Para nadie es un secreto que ser homosexual, bisexual, lesbiana, travesti, entre otras condiciones sexuales distintas a la heterosexual; es todo un problema en Colombia y muchas partes del mundo. Pero el Huila no es la excepción, a diario se encuentran muertes por violencia sexual o diferencias de género. Por eso para esas personas vivir el día a día se vuelve una proeza.
 
Este es el caso de Ana María Montealegre Cortés, joven que cuando tenía 13 años decidió ‘salir del closet’ como se conoce comúnmente la condición de declarase persona con preferencias de otro género sexual. Ella consiente de los problemas que le traería social, familiar, política, religiosa y moralmente decidió tomar la decisión de declare abiertamente al público que era lesbiana cuando estaba en su colegio.
 
A sus espaldas estaba el qué dirán de la gente, pues en esta sociedad huilense tan conservadora, esta condición sexual no es vista con buenos ojos.

“Yo lo he vivido muy intensamente porque yo salí del closet muy joven, diciendo en mi aula de clase yo soy lesbiana cuando tenía 13 años. Eso era como ser el centro de atención positivo y negativo a la vez, porque siempre estaba el señalamiento, más en un colegio público”, dijo la mujer.
 
Con muchas dificultades, pero con la ayuda de su familia y seres queridos, pudo terminar el bachillerato defendiendo su posición sexual y comenzar una nueva historia en la universidad.
“Cuando entré a realizar mis estudios superiores también di a conocer mi condición de lesbiana normalmente. Eso al principio también me trajo algunos problemas”, aseveró.

Lo más difícil de todo es aprender a vivir con la discriminación de la sociedad, junto con el temor a ser atacados física y verbalmente. “La discriminación va desde lo más sutil, desde el lenguaje simbólico, hasta la agresión física. Uno sufre muchas miradas en la calle, muchos comentarios que uno alcanza a escuchar. Siempre las  mujeres lesbianas el sentir popular es el de ‘arepera’, ‘marimacho’ y muchas cosas. Siempre lo están mirando de arriba abajo, si uno llega a una discoteca heterosexual no va a poder expresarse libremente”.
 
Pero a pesar de todo Ana María ha contado con la fortuna, que hasta la fecha, no ha sido agredida físicamente, pero si muchas veces ha tenido que soportar los insultos y señalamientos del gente.

“Siempre me suelen decir en la calle que soy lesbiana porque me falta un macho, pero lamentablemente no es así, eso siempre lo tendré que sufrir a lo largo de mi vida mientras no se haga una sensibilización”, dijo.
 
Ella confía que en el Huila y Colombia se reglamenten las Leyes necesarias para proteger su condición sexual como en otros países.

“Se está avanzando muy lento, existe la Ley Antidiscriminación que no se ha difundido tan ampliamente como debe ser, pero es una herramienta importante que deberías aplicar. Los crímenes por homofobia no son penalizados, son esquematizados como crímenes pasionales en muchos casos.  También nos hace mucha falta en lo que tiene que ver con la educación, porque en los colegios no se tocan estos temas y es donde más rechazo se produce”, asegura la mujer.

Para Ana María está claro que los imaginarios sociales de la gente en Colombia se reproducen en la televisión, todos los medios de comunicación, en todas las partes, hasta en la publicidad, lo que para ella se traduce en una influencia para que se produzca la violencia de género.

“Políticamente e ideológicamente el Huila es muy conservador, aquí hay muchas agresiones contra la comunidad LGTBI que no son denunciadas. Afortunadamente yo tuve el acompañamiento de mi hermana y mi madre, para mí fue un poco más sencillo salir del closet y llevar mi condición sexual. Pero existen otras personas que son rechazadas y que incluso agredidas de muerte o las llevan al suicidio”, expresó.

Sus estudios en trabajo social le han permitido a Ana María ver el mundo desde otra perspectiva y aprender a entender la sociedad.

“Si me rechazan yo no respondo con la misma actitud, simplemente se hace un proceso de sensibilización con las personas que lo permitan. Todo se presenta por la estigmatización y la falta de información de la gente”.

Siempre recuerda en su mente que cuando era niña le gustaba jugar fútbol en su barrio y en el colegio, pero eso le causó discriminación. Le decían en niño,  ‘marimacho’, palabras duras que la marcaron en su juventud.

Lo que a Ana María más le preocupa es la impunidad de la justicia en Colombia que no castiga los delitos sexuales.

“El informe de Colombia Diversa nos habla que en el periodo de 2011 a 2012 en el Huila se produjeron cuatro muertes por homofobia, esto es un índice altísimo, las muertes por violencia de género existen, están matando personas de la comunidad LGBTI por odio, por rencor, por ignorancia del tema. Es inevitable sentir el temor en los lugares públicos, pero uno se tiene que volver fuerte frente a esos ataques de la sociedad”, afirmó.

Finalmente Ana María optó por seguir su vida normalmente a pesar de sus implicaciones sociales, sale con su pareja a la calle cogida de la mano, pero anhela que algún día los colombianos puedan cambiar de mentalidad y ser más compresivos como en países como Holanda.