Con el propósito de poner a punto a sus jugadores, el Atlético Huila regresó a prácticas pensando en el torneo del 2014. Los jugadores después de una semana larga de receso se reunieron con el propósito de cumplir la primera parte de su pretemporada, en la era del técnico Virgilio Puerto.
Los entrenamientos en Neiva, según el plan de trabajo, se extenderán hasta el 20 de diciembre, cuando se hará otra interrupción para reiniciar el día 3 de enero.
El cuerpo técnico espera contar con una nómina muy definida, con el propósito de dar continuidad al equipo que terminó este campeonato 2013.
Para ello sólo resta definir la continuidad de tres jugadores. Se trata de Marco Canchila, Luis Páez y Edinson Palomino, el primero que ya tiene una propuesta de la dirigencia local, y los otros dos con expectativas de continuar su carrera en el fútbol internacional.
El Huila espera concretar los servicios de un portero, un lateral derecho, dos volantes y dos delanteros para completar la nómina, que afrontará el próximo torneo a partir del 26 de enero próximo.
El equipo opita en este campeonato tendrá la obligación de comenzar con buenos resultados por la incómoda posición en la tabla del promedio.
Los directivos descartaron un arquero colombiano para sustituir a William Buenaños, quien saldrá del equipo, cuyo reemplazo del vallecaucano sería de nacionalidad Uruguaya, y aunque no se ha mencionado el nombre, la dirigencia afirma que las conversaciones están muy adelantadas y permitirían confirmar al jugador antes de terminar la semana.
Renunció Cangá
El delantero Cristian Cangá, promocionado durante el último año por el Atlético Huila, en la primera división del fútbol colombiano, presentó ayer la renuncia a la institución opita.
El jugador desconociendo el apoyo entregado por la institución en el último tiempo, y además insatisfecho por los aumentos que superan porcentajes del 100 por ciento, decidió abandonar el equipo.
El jugador no ha entregado su versión sobre las causas de la decisión tomada, pero se supone la intervención de empresarios que malogran talentos en el fútbol colombiano, reviviendo constantes hechos similares como el de Haner Guazá Lucumí, que hace un par de años promocionado como jugador Sub-20 marcó como Cangá algunos goles importantes, terminó renunciando y hoy es uno de los talentos perdidos del fútbol colombiano.