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Breve manual para ser ‘politiquero’ en el Huila 2 4 mayo, 2024
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Breve manual para ser ‘politiquero’ en el Huila

Breve manual para ser ‘politiquero’ en el Huila 8 4 mayo, 2024El columnista de LANACIÓN.com.co, Camilo Montealegre Silva nos muestra una cruda radiografía de la política actual en el país. Nos enseña cómo ser un politiquero y ganar unas elecciones en el país. Aquí su columna:
 
Si usted es un flamante candidato a ‘politiquero’ en las elecciones del mes de octubre, y se encuentra iniciando su campaña por estos días, le ruego por favor tenga en cuenta las siguientes recomendaciones de lo que debe y no debe hacer para lograrlo.
 
Debe hacer:
 
i)  Saludar: Es básico, dele la mano a todo el mundo. Que no se le quede ninguna persona sin cumplimentar. De ser posible, cuando tenga tiempo y espacio para hacerlo, acérquese a la persona y al oído asegúrele que lo va a tener en cuenta a la hora de realizar la propuesta de gobierno. Dígale que lo va a llamar (así no le sepa ni el nombre) para que con su aporte, su programa sea mejor. Y si se siente aceptado por la persona y quiere amarrar ese votico, arriésguese y dígale que lo va a tener en cuenta para un contratico, o un puestico para él, ella, los hijos o un familiar cercano y jodido.
 
ii) Sea práctico en el cepille: Como a usted le queda muy difícil acordarse de todos los nombres importantes, tenga dentro de su equipo de campaña a aquellos especialistas en recordarle a quién específicamente se tiene que dirigir. Obviamente sus esfuerzos deben estar concentrados, y no puede despilfarrar energías con la muchedumbre. Ya tiene que tener identificados a los “líderes” a los que tiene que cepillar de vez en cuando para que le reúnan la gente, y los pongan a trabajar. Recuerde: una adulación meliflua a un “líder” comunal hoy, es un votico en octubre.
 
iii) El alma de la fiesta: Como usted está en campaña y necesita (fingir) esbozar aires de humildad, acepte ir a cuanta fiesta de cumpleaños, bautizo, matrimonio, quince años, velorios (importantísimo), partido de futbol, sancocho, parranda, reuniones de candidatos menores (sobre todo si aspira a la gobernación o a una alcaldía) a los que lo inviten. Haga el deber de ir, y sea el alma de la fiesta. Lleve regalo, sonría, coma de lo que le sirvan, tómese un aguardiente; baile folclóricamente para que le tomen fotos; llore si es necesario, abrace al doliente. No se preocupe, si le molesta mucho socializar con la gente de escasos recursos que tiene que endeudarse para preparar algo digno de usted, piense en que el esfuerzo es solo por estos 6 meses, una vez sea elegido, no los vuelve ni a mirar.
 
iv) Cree un prestigio: Tranquilo, para su comodidad a la gente no le interesa mucho que usted tenga un historial limpio y honesto; ni que sus gestiones hayan sido diáfanas e íntegras. Mejor invéntese un chisme, rumor, escandalo o cuento del que usted sea protagonista. Róbese, bébase, cómase o fúmese algo que lo haga famoso. Es importantísimo que las personas hablen de usted. No necesariamente de su formación académica, moral o profesional, puede ser cualquier otra cosita mala, pero ojo, que lleve su nombre impreso en negrilla.
 
v)  Su familia es el ejemplo: Es fundamental que su familia compagine con su campaña. Si tiene hijos, no se afane en integrarlos a su dinámica política; es mejor que sean chicos chéveres, rumberos, que demuestren el billete que usted les da para que vivan la vida a cien por hora. No importa que no sean muy productivos, con que anden con las mujeres de moda, en buenos carros y con buena ropa, es más que suficiente. Su compañero o compañera sentimental tampoco tiene que estar presente en su aspiración: a las personas no les importa si su familia tiene espíritu progresista, si tiene sentido social o logros académicos significativos; con que vayan con usted a una o dos veredas y saluden, es más que suficiente.
 
vi)  Sea un ‘politiquero’ ejemplo para el mundo: El cliché más significativo que tenemos los ciudadanos poco estudiados, humildes y llevados, es decir que los ‘politiqueros’ no tiene memoria; que mientras están en campaña prometen mucho, pero que a la hora de tener el poder se olvidan de la gente. Nosotros, la gente del pueblo, no nos detenemos a analizar las propuestas con calma; no criticamos las posturas del candidato, ni evaluamos rigurosamente su gestión pasada (si la tuviere). Así que sea medianamente inteligente y no caiga en los estereotipos. Si quiere ser un ‘politiquero’ en grande, no se las dé de pícaro tan rápido. Espere un poco, haga las cosas bien los primeros meses. Gestione, no llegue a atiborrarse descaradamente; dese un tiempo prudencial antes de que su nombre comience a ser huésped de honor en la Procuraduría y la Contraloría. Intente poner en práctica, al menos someramente, parte de lo que dijo en campaña. Acuérdese de los que votaron por usted, piense en un mañana. No se deje obnubilar por la plata, la corrupción se ha vuelto un arte que debe cultivarse de a pocos, días tras día.
 
No debe hacer:
 
i)  Pensar: No se preocupe en pensar en un programa político equilibrado, con sentido social, ni de soluciones efectivas. Tampoco se esfuerce en analizar la realidad económica de la región; no proyecte sus ideas a un escenario temporal superior a su cuatrienio, piense en que si usted no va a ganar nada con proyectos y obras que se realicen después del 2019, ¿para qué esforzarse por ellas? Sus propuestas no deben integrar los ejes fundamentales de cualquier acción social: Lo que es y lo que debería ser. Mejor no se preocupe, si tiene el suficiente billete, ni siquiera piense.
 
ii)  Pelear: Por favor, en la medida de lo posible evite darse en la geta con otra persona, máxime cuando es ‘politiquero’ como usted.
 
iii)  Ser sincero: Lleve atada a su razón la arenga cultural propia de sus conciudadanos: “Lo importante no es ser, sino parecer”. No sea sincero, ¿para qué? Mejor venda una imagen populista. Que la gente diga: ¡Uy!, ese doctor (a), como es de buena persona; así usted sea simplemente un ‘politiquero’ oportunista.
 
iv)  Tener escrúpulos: Si usted en verdad está decidido a ser un ‘politiquero’ de esos de antaño, no tenga escrúpulos. Prometa y ofrezca hasta sus ropas. Dígale que sí a todo el mundo. Vaya a los municipios afectados por el Quimbo y hable de mega proyectos industriales y turísticos; no le preste atención a la inflación, ni a la población flotante. Asegúrele a la gente que aunque el Huila no sea un departamento productivo ni autosuficiente, con lo que llega de regalías del gobierno alcanza para hacer hasta castillos en el cielo. No prevenga a la sociedad de los estragos económicos y sociales que está dejando, y que dejará aún más, la caída del precio del petróleo. Jamás critique la mala ejecución presupuestal que han tenido los ‘politiqueros’ salientes, menos aún cuando sean sus padrinos políticos. Todos los proyectos que sean ejecutados bajo los parámetros del C.V.Y. están bien hechos, aunque hayan costado cuatro o cinco veces más que su valor real. En fin, véndanos una realidad perfecta. Vuélvanos unas Alicias dentro de un maravilloso país de las maravillas. Cree epifanías lejos de la realidad en la que vivimos.
 
Finalmente y como última recomendación: alucine, ¡viva la campaña al máximo!; vaya a las plazoletas de mercado y a las tiendas de barrio; gaste bastante dinero, regale planchas, lavadoras, perros y gallinas. La oportunidad es una sola. Desinhíbase, sea un ‘politiquero’ sin agüeros. ¡Dele otro garrotazo al departamento, que bastantes rojas tenemos  ya las nalgas!