Solamente se les nota el pelo y las uñas más largas, el color de la piel más oscuro, pero los rasgos seguían siendo los mismos, por lo que muchas familias deciden hacer un nuevo contrato para dejarlos otro tiempo. Los cuerpos que no tienen doliente van a dar al cuarto de las momias que se formó, debido a tanto cadáver que sacaban momificado.
Varios habitantes del municipio aseguran que la buena alimentación y hasta el aguardiente hacen que se dé la momificación, sin embargo, hasta el momento no hay una explicación exacta y científica que explique qué es lo que pasa con los cuerpos de los platenses luego de muertos y sepultados.
En el cementerio Jardines de Paz, del municipio de San Sebastián de La Plata, se ubicó un cuarto para albergar los cadáveres que al pasar de los debidos cinco años –que es el periodo usual que tarda el proceso de descomposición- no son reclamados por sus familiares, entonces son exhumados y guardados a la espera de que algún día les llegue un doliente.
Pero el sitio no despierta miedo ni mucho menos terror, no es un cuarto lleno de huesos y pedazos de cadáver, como sucede en otros cementerios. Aquí los cuerpos momificados dan un aspecto de museo, inclusive, las momias atraen a los visitantes y les despiertan admiración.
“Es como si no les hubieran pasado los años, solo cambia el color de la piel y ya, se mantiene la misma carne y contextura”, aseguró Rodrigo Guzmán, quien lleva más de 20 años trabajando en el negocio de las funerarias y vivió en carne propia las experiencias de desenterrar restos, con los que la familia no encontraba qué hacer porque salían intactas.
Explicó que varias familias también se han asombrado al hacer la dolorosa exhumación, teniendo en cuenta que los cuerpos no pueden ser llevados de inmediato hasta los osarios, porque la carne se encuentra muy pegada a los huesos y hace el proceso muy difícil.
El secreto
Tras ver este tipo de casos, los plateños han comenzado a averiguar cuál es el secreto, y apuntan a que uno de los principales factores es la comida. Dicen que los alimentos que consumían en vida los muertos eran netamente orgánicos y producidos por ellos mismos, lo que le da al cuerpo mayor conservación por los productos de excelente calidad que cosechan los campesinos en sus propias huertas.
Otros, explican, que podría tratarse del agua que toman diariamente, pues es rica en minerales, que a lo largo del tiempo el cuerpo ha aceptado y convertido en una forma de defensa y de inmuidad para no corromperse.
De otro lado, una minoría de hombres explicó que esta bondad la tienen gracias al aguardiente que beben periódicamente, lo que suena más un comentario gracioso y oportunista.
Para, entendidos en la materia, el proceso de embalsamiento, responsable y juicioso que se hace a los cuerpos podría ser la explicación y origen de la momificación.
“Al formol sustituir la sangre hace que los cuerpos se mantengan rígidos y se preserven por varios años. Es un proceso que se utiliza a nivel nacional, aquí se maneja la misma cantidad de formol, así que se desmiente que sea a causa de este proceso. Me inclino más por el tema de la buena alimentación de los platenses”, explicó Regulo Guzmán Valbuena, dueño de la Funeraria El Rosario.
Lo cierto es que el secreto aún no se conoce, por eso dan oportunidad de más comentarios aventurados, como los más osados que se atreven a decir que es la tierra la que conserva los cadáveres. Es así que ahora gente de los pueblos vecinos quieren que los entierren en La Plata, para conservarse más allá de la muerte y un día volver a sus hogares momificados.
Pero mientras más gente quiere enterrar a sus seres queridos en La Plata, el espacio en el cuarto de momias del cementerio se está agotando, por lo que ya ha surgido la idea de organizar un museo y mostrar las momias, lo que podría ser un atractivo más para los visitantes de la población en el occidente del Huila.
Dicen que los cuerpos se conservan debido a los minerales que tiene el agua que toman los habitantes de La Plata.