Obras sin terminar en barrio del norte de Neiva tienen desesperados a los vecinos. Urgen culminación de los trabajos y denuncian peligros para la salud de los habitantes. Obras sin terminar en barrio del norte de Neiva tienen desesperados a los vecinos. Urgen culminación de los trabajos y denuncian peligros para la salud de los habitantes. Germán Osorio Arias LA NACION, Neiva Las deficiencias de la malla vial es un inconveniente que afecta no sólo a los propietarios de vehículos, sino a todos los ciudadanos que transitan las calles de Neiva. Como problema heredado de la administración anterior, son muchas las vías y avenidas que se encuentran en estado deplorable, con calzadas colapsadas y tuberías obsoletas que obstruyen el flujo líquido, lo cual, en la mayoría de los casos, son la causa principal de las inundaciones que afectan la población. Cuna de zancudos 
Por esta razón, los habitantes de la carrera 5aw con calle 34 del barrio Santa Inés, norte de la capital huilense, manifiestan su inconformidad por el mal estado en que se encuentra esta vía, debido al adelanto de unas obras para cambiar la tubería de aguas residuales. En consecuencia de los charcos que se forman por las lluvias, los vecinos del populoso sector no resisten la cantidad de barro y zancudos que en éstos se gestan. Al respecto Carlos Monroy, quien reside en dicha calle desde hace 30 años, expone que “vinieron y metieron el tubo para las aguas negras, y dejaron todo esto mal, no le echaron tierra, no nivelaron la calle. Cuando llueve eso se vuelve un charco de agua. Mi casa y la del vecino son las que más se ven afectadas. Uno sufre para entrar”. Estas son las palabras de un habitante que pasó su Navidad y Año Nuevo entre lodazales y pinchazos de zancudos. Temor en la calle Los vecinos del sector temen que la calle continúe con estas deficiencias una vez terminadas las obras. Pablo Emilio Bustamante es otro vecino y quien expresa su inconformidad frente a la vía. “El daño de la calle está repercutiendo también en la salud. La ingeniera dijo que eso quedaba así, que ya habían terminado la obra. Si sigue lloviendo pues peor se nos vuelve. A esto no le han echado tierra ni nada”, cuenta. Las obras habían sido detenidas por la festividad de fin de año, lo cual expuso a los vecinos del sector a celebrar el nuevo año entre los tradicionales abrazos, pero igualmente acompañados de pantanos y mosquitos. Obras sin concluir Mónica Isabel Castro, ingeniera del Consorcio Obras Civiles, contratista de Empresas Públicas de Neiva, asevera que la carretera aún se encuentra así porque las obras no han concluido. “Estamos haciendo cambio de tubería general, son 12.000 metros de tubería. Nosotros sólo cambiamos tubería de aguas negras, nosotros no intervenimos para aguas lluvias. Nosotros tenemos 300 días para la entrega, tenemos hasta el 16 de agosto”. La ingeniera expone que la entrega de la obra general es para el mes de agosto del año en curso, con días prorrogables según las contingencias del invierno. Sin embargo, tan pronto terminen de construir los pozos de alcantarillado y de poner la tubería restante, “se hará la respectiva nivelación para prevenir, precisamente, lo que los vecinos del sector están denunciando”, afirma en respuesta a la inquietud de los quejosos. Petición a Reyes Magos Los habitantes de este sector del barrio Santa Inés sólo esperan que la obra sea culminada con éxito, cumpliendo con el tiempo estipulado de entrega. En esta medida, el gobierno local actual tiene mucho trabajo por adelantar en relación a la reparación de la malla vial, pues la herencia de la Administración Municipal pasada deja mucho para pensar si se tiene en cuenta que fue mucho el dinero que se invirtió en este sentido, pero que en últimas no se ve sino calles en estado de ‘descomposición’ lo cual expone la integridad de los ciudadanos a alto riesgo de accidentalidad y deterioro del parque automotor. Y de la salud.
