Pero el verdadero amor por el Huila llegó cuando conoció a Isabel Acevedo, la mujer con la que se casó y tuvo una gran familia. Con ella conquistó sus mayores triunfos y compartió los mejores años de su vida.
De esa unión nacieron José Francisco, Gustavo Antonio, Gabriel, Tulia Margarita, Nancy y Mauricio Restrepo Acevedo. Hijos que lo llenaron de orgullo por su desarrollo profesional y valentía frente a la vida.
La feliz pareja al lado de su hijo José Francisco Restrepo Acevedo.
A ‘Chepe’ sus amigos lo recuerdan como un gran profesional, como uno de los primeros odontólogos que tuvo la región y que con su talento contribuyó en la cofundación de varios servicios del Seguro Social en Neiva.
Admiró el trabajo político de su yerno, Rodrigo Lara Bonilla, quien se casó con su adorada hija Nancy. Con el ex ministro surgió una fabulosa amistad que duró hasta el día de su asesinato. Ahora sigue de cerca el camino de su nieto Rodrigo Lara Restrepo, hoy representante a la Cámara por Bogotá.
Un gran amigo
Su hijo Gabriel Restrepo, lo recuerda como una persona alegre, amable y jocosa. “Disfrutaba con todos nosotros del campo, de los fines de semana en familia, era un buen paisa, pero opita de corazón. Me hará mucha falta, porque los últimos años estuve a su lado. Me encantaba sentir ese cariño y ese amor por todos nosotros”.
Dentro de sus más recordadas anécdotas está la imagen del beato Marianito que siempre llevaba en su billetera. Cada vez que le preguntaban por ella, contaba con orgullo que el recordado y querido padre colombiano lo había bautizado.
José Antonio Restrepo al lado de su hijo Gabriel Restrepo.
Sus más cercanos conocidos con los que compartía en el Club Social le decían ‘Chepemijo y Chavita’. Con ellos disfrutaba de largas partidas de ajedrez, dominó y parqués.
Gabriel aseguró que su padre fue además el cofundador del barrio Quirinal de Neiva, lugar donde conoció a sus grandes amigos Alberto Cabrera Gutiérrez y Silvio Ocampo Ospina, que hoy, al igual que él, descansan en la paz del Señor.
Su Huila querido
Del Huila disfrutaba de la gente, del sabor del asado, de su topografía. Aunque nunca dejó su acento paisa, se sentía orgulloso de la región en la que vivió más de 79 años.
La pareja Restrepo Acevedo con su nieto Mario.
“Le fascinaba el campo, especialmente viajar a la finca de mi hermano Gustavo en el sur del Huila. Años atrás tuvimos una finca cafetera que le encantaba recorrer”, aseguró Gabriel Restrepo.
El municipio de Rivera fue otro destino para don ‘Chepe’. Visitar los fines de semana la casa de María Ruth Arboleda, era un privilegio, que durante muchos años disfrutó.
El dolor de la partida
Sus hermanos esperaban que su padre celebrara en diciembre los 69 años de casado. Sin embargo, la muerte se les adelantó y se llevó al hombre fuerte y alegre del hogar. Gabriel, asegura que el gran José Antonio Restrepo, les dejó un legado muy importante que trascenderá por todas las generaciones.
La feliz pareja con su nieta Gabriela Macías, hija de Margarita Restrepo Acevedo. Acompaña la foto Gabriel Restrepo.