Es necesario tener en cuenta las actividades y materias predilectas en el colegio, pero también comparar los resultados del Icfes con los puntajes requeridos en los programas académicos que piensan estudiar, datos de la universidad, costos de la carrera, y el papel de los padres. Es necesario tener en cuenta las actividades y materias predilectas en el colegio, pero también comparar los resultados del Icfes con los puntajes requeridos en los programas académicos que piensan estudiar, datos de la universidad, costos de la carrera, y el papel de los padres. 
LA NACION, Neiva La falta de orientación vocacional, las fragilidades académicas con que ingresan los estudiantes a las instituciones y las dificultades financieras son los principales factores de riesgo para la deserción de una carrera de educación superior, afirma Caroline Walker, directora del Centro de Orientación y Acompañamiento Estudiantil de la Universidad Pedagógica Nacional. Cuando los estudiantes llegan al último grado de bachillerato, en muchas ocasiones no saben qué carrera universitaria elegir, ya sea porque desde el colegio no tuvieron una orientación vocacional adecuada o porque durante su etapa escolar lograron desempeñarse bien en más de una disciplina. Por estas razones, es necesario que los bachilleres evalúen cuidadosamente varios factores que influyen en esta decisión. Lo primero es determinar en cuáles áreas del conocimiento tuvieron mayores destrezas en su etapa escolar, ya que esto les ayudará a encontrar una carrera en la que puedan poner en práctica lo aprendido. Después de eso, pueden comparar los resultados del Icfes con los puntajes requeridos en los programas académicos que piensan estudiar. “Hay una página donde se pueden ver los resultados por materias. Es una lectura completa porque le dice al estudiante cómo le fue en cada una de las materias, por ejemplo, en biología, cómo le fue en célula, y con esto tomar el pensum de la carrera y analizan qué puede servir y que área deben reforzar”, afirma Caroline Walker. Otro punto importante es buscar datos de la universidad como, por ejemplo, la misión institucional, porque esta es la línea transversal que define la orientación de la carrera, las líneas de investigación, los programas de apoyo a estudiantes, entre otros. También es importante considerar el costo de la carrera, las facilidades de pago que ofrecen las universidades y las posibilidades de créditos con entidades bancarias y con instituciones como el Icetex. Los padres son una parte fundamental en este proceso, ya que la orientación vocacional está presente a lo largo de la vida. Desde que son niños, la familia puede notar qué es lo que más les gusta hacer a sus hijos y qué aptitudes tienen para ciertas actividades. Además, es necesario que haya lugar para el diálogo, de manera que padres e hijos expongan su posición acerca de las carreras que se tienen previstas. Papel de las universidades Para Caroline Walker es necesario que las universidades muestren a sus futuros estudiantes las múltiples posibilidades de estudio. Por ejemplo, que cuente con estrategias de orientación vocacional para aspirantes y estudiantes, así como actividades de acompañamiento académico orientadas al acceso, permanencia y culminación de la educación superior. Estas actividades deben estar dirigidas, en particular, a las poblaciones más vulnerables, como aquellas con capacidades diferenciales de aprendizaje (limitaciones auditivas, visuales, motrices, etc.), miembros de las comunidades indígenas, afrodescendientes, gitanos, personas en condiciones de desplazamiento, entre otros. También se deben ofrecer servicios desde antes de que las personas inicien sus carreras; de esta manera, realizar variadas actividades orientadas al empoderamiento en la toma de decisiones sobre su vida académica y profesional. A lo largo de su estadía en la Universidad, actividades de refuerzo académico y de fortalecimiento de los hábitos de estudio. Adicionalmente, talleres grupales de orientación vocacional, para la participación activa de todos los agentes de la comunidad académica, con lo que se busca la prevención integral de la deserción. Asimismo, cuando los estudiantes están próximos a graduarse, talleres de orientación vocacional y de apoyo en la transición al egreso, con base en los puntajes de ECAES, el perfil académico y las variadas experiencias de enseñanza y aprendizaje que los futuros egresados han tenido a lo largo de sus carreras, las cuales hacen de cada estudiante un profesional único para fortalecer el mercado laboral.
