Cansados de poner en riesgo a sus hijos por el peligro que representan unas baterías sanitarias que están a punto de caerse, los padres de familia de la Institución Educativa Eduardo Santos se tomaron la Alcaldía de Palermo pacíficamente, para exigirle al alcalde la construcción adecuada de los baños.
La problemática inició por una obra que ejecutó un contratista, quien construyó una plancha sobre la estructura vieja de los sanitarios para instalar tres tanques de 1.000 litros, lo que evidentemente puede echar abajo la deteriorada construcción, que tiene más de 20 años.
Esta situación, sumada a la humedad que presentan los viejos sanitarios, pone en riesgo a los 230 alumnos y al grupo de profesores de la institución, por lo que decidieron protestar para que les solucionen el problema antes que se presente una tragedia.
Las actuales baterías sanitarias representan un peligro para los estudiantes y profesores.
La protesta
Con pancartas y gritando arengas varios padres de familia, docentes y miembros de la veeduría ciudadana llegaron hasta la Alcaldía de Palermo para protestar por el riesgo que corren los estudiantes, pero ante la ausencia del alcalde se desplazaron a la Secretaría de Planeación, donde exigieron la presencia del ingeniero jefe de despacho, para que le dé pronta solución a sus justas reclamaciones.
Alcaldía responde
El secretario de Planeación, Robinson Fonseca, se comprometió a buscar una solución a la situación.
Ante la presión de los padres de familia, el ingeniero Robinson Fonseca, secretario de Planeación Municipal, decidió atender a la comunidad y se comprometió a hablar con el alcalde para que sea él quien defina la situación.
“Habíamos pensado inicialmente en un refuerzo estructural, hacerle zapatas y columnas de confinamiento y anclarlo a la placa existente, resanar nuevas puertas y pintar y mirar problemas de humedad, eso fue lo que se concluyó en la visita de ayer”, dijo el Secretario de Planeación.
Pero los padres de familia no están de acuerdo con que se haga reforzamiento de la placa. Le exigieron construir una nueva batería sanitaria y condicionaron como fecha el próximo viernes 11 de julio, para que la administración les dé una solución definitiva.
Las exigencias las justifican porque los docentes siempre se opusieron a la construcción de esa plancha por su peso, sumado a la carga de tres tanques de 1.000 litros, que supera las seis toneladas y podría colapsar y ocasionar desgracias en la institución; pues la batería antigua no será reemplazada cuando esta presenta un excesivo deterioro. “Aquí la ingeniera dijo que esa batería estaba buena, que no había problema, pero vea usted el mal estado, eso no aguantará el peso”, expresó uno de los profesores.
Más quejas
Otra de las quejas que se han presentado en la institución tiene que ver con la pintura de la misma, pues lleva menos de dos meses y ya se está cayendo. “Esta pintura la echaron en mayo y utilizaron pintura de mala calidad, ya se está cayendo y es una obra que costó 30 millones de pesos, con productos de mala calidad”, dijeron los docentes.
Para completar el pliego de quejas, los maestros agregaron que el contratista de la plancha sobre la batería sanitaria quitó los parales de las puertas del baño que estaban deteriorados, además anunció que los iba a poner nuevamente en su sitio, pero el contrato no incluye el reemplazo de los mismos.