A propósito de los 60 años de Parques Nacionales Naturales de Colombia, su directora, Julia Miranda Londoño, habla de las tareas para conservar las zonas verdes del país, pero también de sus mayores amenazas. No duda en advertir que el mayor peligro hoy para los parques es la ganadería ilegal.
¿Cómo está hoy la protección de los Parques Nacionales Naturales?
Estamos celebrando los 60 años de Parques Nacionales Naturales de Colombia teniendo como referencia la declaratoria de primer parque nacional ‘Cueva de Los Guácharos’. En todos estos años, Colombia ha tenido el compromiso de la conservación de los recursos naturales y de la enorme biodiversidad que tiene. Entonces, el trabajo de todos estos años se ha orientado no solamente a la declaratoria de las áreas, sino también a desarrollar estrategias para manejarlas efectivamente, y encontramos que Parques Nacionales ha avanzado enormemente en esas estrategia de conservación, tenemos un reconocimiento mundial de áreas en las listas verdes, en las áreas mejor conservadas.
¿Cuáles son los alcances de ese reconocimiento?
Tenemos el reconocimiento de cinco parques de Colombia con las áreas mejor conservadas y mejor manejadas del mundo. Por eso, el compromiso de conservación también se ve respaldado por estrategias de monitoreo que hemos adquirido a través de los años, tecnología de punta para contar con imágenes satelitales sobre el estado de cobertura vegetales, del estado de la fauna con monitoreo con cámaras trampa y sobrevuelos continuos a las extensas áreas protegidas. Hoy tenemos 59 Parques Nacionales que ocupan un área en el territorio de Colombia de 17 millones 466 mil hectáreas, es una vasta extensión de territorio del 15,17 por ciento entre el marino y el terrestre. Tenemos, sin embargo, amenazas como la ganadería ilegal, como los cultivos ilícitos. que han afectado un poco más de 500 mil hectáreas de esas 17 millones de hectáreas.
¿Cuáles son las metas propuestas para este cuatrienio en el Plan de Desarrollo?
El Plan de Desarrollo del presidente Iván Duque tiene muy importantes metas en cuanto a áreas protegidas; en primer lugar, tenemos la declaratoria de nuevas áreas protegidas y la ampliación de varias de ellas; tenemos cinco procesos de ampliaciones en el Parque Nacional Los Estoraques, en el parque Chingaza, en el parque Tatamá, en el parque Sierra Nevada de Santa Marta, y 6 procesos de áreas nuevas que estamos trabajando, la Serranía de Manacacías, las selvas transicionales de Cumaribo, Vichada, tenemos los humedales de Arauca, tenemos la serranía de San Lucas, el área de Tochecito y los ecosistemas secos del Patía.
¿Qué tanto ha disminuido la invasión de narco-cultivos en el área de los Parques?
El tema de cultivos de coca en los Parques Nacionales, afortunadamente, ha disminuido en los últimos años. Tuvimos en el año 2016 7.961 hectáreas, en el año 2017 8.288, en el año 2018 7.844 hectáreas, y en el 2019 la información que tenemos es 6.785 hectáreas. Implementamos dos tipos de estrategias: las de erradicación forzosa a cargo de la Fuerza Pública y las de los acuerdos voluntarios de erradicación de coca, dirigidos por la Presidencia de la República.
¿Cuál considera que es hoy el mayor peligro para los Parques Naturales y qué se está haciendo para hacerle frente?
El mayor peligro a la integridad de los parques nacionales, sin duda alguna, está representado en la deforestación para fines principalmente de ganadería ilegal, pastos para ganado, que causan una devastación muy grave. Son más de 400 mil hectáreas de esta grave devastación con miles de cabeza de ganado que constituyen el principal problema. Indudablemente, el acaparamiento de tierras también es una amenaza terrible. Igualmente, la minería ilegal se constituye en un problema grave.
¿Cómo está el país en materia de cooperación internacional para ayudar en la protección de estas áreas?
Actualmente, contamos con el apoyo de la cooperación financiera de Alemania, por ejemplo, con el Programa Áreas Protegidas y Diversidad Biológica, financiado con 35 millones de euros para 37 Parques Nacionales Naturales. Esta financiación ha contribuido a las estrategias de conservación y uso sostenible de los recursos naturales, apoyando la restauración ecológica, la disminución de presiones por pesca en las áreas marino-costeras, la implementación de sistemas sostenibles para la conservación, y el fortalecimiento del ordenamiento ecoturístico; así mismo, ha contribuido al fortalecimiento de la capacidad instalada de los guardaparques en las áreas protegidas, a la dotación para el ejercicio de la prevención y vigilancia y para el monitoreo a los valores objeto de conservación priorizados por los Parques Nacionales, a la delimitación y demarcación de límites terrestres y marinos, al fortalecimiento del parque automotor a través de la dotación de camionetas, motocicletas y embarcaciones para las áreas protegidas beneficiarias, al mejoramiento de las instalaciones de los Parques o direcciones territoriales y a la planeación para la sostenibilidad financiera.
¿Los denominados ‘impuestos verdes’ cómo favorecen a los Parques Naturales?
Tenemos varios instrumentos financieros que son importantísimos para Parques Nacionales porque la idea con estos instrumentos es no depender exclusivamente del presupuesto general de la Nación, dado de que es insuficiente. Hemos analizado esa brecha financiera que existe entre lo que recibimos por concepto de inversión y funcionamiento, frente a lo que necesita Parques Nacionales, de tal manera que los instrumentos financieros que se han ido creando en el Estado son importantes, entre ellos, indudablemente, el impuesto al carbono. Recordemos que el 5 por ciento del impuesto al carbono va para la estrategia financiera de mediano plazo que se llama Herencia Colombia. Al sector ambiental le llega el 30 por ciento para todas las tareas de restauración.