La Nación
EDITORIAL

Cuarto poder

Aunque la sociedad civil se erige ahora como el quinto poder, el periodismo le sigue los pasos. La revolución tecnológica y el despertar ciudadano le ha dado nuevas herramientas para levantar una sola bandera. La sociedad civil organizada, como el periodismo, constituyen un poder ciudadano, orientado a transformar el mundo.
La prevalencia de una sociedad civil claramente diferenciada de la sociedad política es hoy un soporte esencial para la democracia y para la paz. Sin ella, no hay Estado legítimo. El periodismo es la garantía de todas las libertades. Los dos recorren un mismo camino, comparten en la misma fuente. Los dos son principio y fin de la existencia.

En nuestro tiempo, como dicen los sociólogos, esa cosmovisión ciudadana está basada en valores democráticos que arrancan en el pluralismo (que reconoce la diversidad), la tolerancia (que la hace legítima, aceptando a la "otredad" como parte de la circunstancia del yo individual y colectivo), el diálogo (como efectiva relación dialéctica que permite la comunicación y el intercambio racional de visiones y opciones). Y lo más importante: el consenso (que permite construir colectivamente razones generalmente aceptadas como válidas, aunque -desde luego- no únicas) y la legalidad, como forma de consagrar los consensos en normas de observación universal.

No en vano, la construcción de ciudadanía es siempre un resultado histórico y fundamentalmente un acervo cultural de las sociedades. El periodismo es su esencia.

Las organizaciones de la sociedad civil, como el periodismo desempeñan hoy un rol más activo inspirados en la participación ciudadana, la transparencia y la lucha contra la corrupción; responsabilidad pública, defensa de los derechos humanos y el medio ambiente y las libertades ciudadanas.

La construcción de ciudadanía es hoy, en una sociedad global,  una opción indispensable para garantizar la democracia,  asegurar el desarrollo social, la sostenibilidad ambiental, las libertades públicas,  la justicia y la paz.   

El periodismo en este nuevo escenario, es hoy un factor de crecimiento y cambio, el motor de todas las libertades.  

El periodismo hay que entenderlo hoy como un servicio a la sociedad, que cumple un papel destacado en la formación de la opinión pública dentro de las sociedades democráticas, lo que implica adquirir un compromiso ético con los intereses comunes del público y levantar sus banderas. La garantía de los derechos de los ciudadanos requiere la defensa de una prensa libre, crítica, plural y abierta a la sociedad a la que sirve. A eso le apostamos.
¡Feliz Día del Periodista!

“La sociedad civil organizada, como el periodismo, constituyen un poder ciudadano, orientado a transformar el mundo”.

 
EDITORIALITO
 
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