Marcos Silva Martínez
La actual escalada belicista instrumentada de diversas formas, por EE. UU., y coadyuvada por otras potencias de su entorno geopolítico imperial inmediato, obedece a la realidad y convicción inocultables, de su decadencia y pérdida de poder geopolítico inevitable. Tratan de mitigarlo mediante la aplicación de todas las formas de lucha. Que irrisión.
Entre otras, terrorismo con aplicación de la Ley Helms-Burton contra de Cuba, intervenciones e invasiones criminales sucesivas a naciones en desarrollo, hasta un torrente de sanciones económicas en contra de Venezuela, Nicaragua, China, Irak, Irán, Rusia y Corea del Norte, Libia, etc., y desconocimiento de tratados internacionales y soberanía de naciones. Son el reflejo del callejón sin salida en que se sienten, frente al progresivo desequilibrio de poder y dominio geopolítico por el que atraviesa el imperio americano, que le indican que los días del apogeo imperial, quedaron definitivamente atrás.
Hay señales y decisiones, que aunque ambiguas, evidencian cambio de actitud y posiciones de países como, Croacia, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, España, Portugal, Holanda, Bélgica y otras naciones de la Unión Europea y del mundo, respecto a la aplicación de “extraterritorialidad” de leyes dictadas por el Congreso de Estados Unidos y de desacatar decisiones que desconocen o incumplen tratados suscritos por gobiernos de E. U.
Ante la tozudez de decisiones de gobiernos de E. U., muchas naciones están adoptando posiciones que contradicen las pretensiones de esa nación, tales como la cofinanciación de la OTAN, el desconocimiento de tratados internacionales entre naciones, el bloqueo económico contra IRAN, Cuba, Venezuela, Rusia, china, Corea del Norte, cambio climático y la amenaza militar global, incluida la propuesta de Francia para que la Unión Europea cree su propio organismo de seguridad y defensa, independiente de la participación de los E. U. y de la OTAN.
En el campo económico y científico, E. U. se enfrenta, a los adelantos tecnológicos y científicos de China y Rusia y otras naciones emergentes y a sus proyectos de inversión y apoyo internacional en infraestructura y en particular, a la creciente aceptación y participación de naciones en el desarrollo del programa de la Nueva Ruta de la Seda, del que ya hacen parte numerosos países europeos, asiáticos, africanos, latinoamericanos y del caribe, desde abril de 2019, con excepción de Colombia y E. U.
El programa Nueva Ruta de la Seda, fue lanzado por el gobierno chino de Xi Jinping, en 2013. Desde entonces, ese gobierno ha invertido más de U$100.000 millones en proyectos de desarrollo internacional. Propicio la creación del Banco Chino, como el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (sustituto del Banco Mundial). Ha prestado más de U$340.000 millones a países en desarrollo. El Programa Chino de la Nueva Ruta de la Seda, prevé inversiones que bordean el billón de dólares hacia 2040, sin condiciones de tipo político partidista.
En el campo científico, tecnológico, militar y del espacio, la competencia de Rusia y China con E E. UU., se intensifica y se definen posiciones. La inferioridad en el campo militar de EE. UU., frente a China y Rusia, es evidente y reconocido por el Pentágono.
La guerra comercial en curso, entre E. U. y China, cuya tasa de aranceles decretada por Trump, escaló de 10% a 25% a partir del 10 de mayo de 2019, luego ordenó extenderlos a todas las importaciones desde China a E. U. Son reacciones al desbalance comercial entre esas naciones y la por la rivalidad tecnológica. Desde patentes internacionales OMPI (según OMPI ya en 2017, las empresas chinas dominaron el promedio mundial). Huawei con 4.024 y ZTE con 2.965. La mayor empresa estadounidense quedó en tercer lugar. Los balances comerciales a diciembre de 2021, evidencia rotundo fracaso competitivo y comercial de EE. UU., respecto a China. En el ciberespacio y comunicaciones, China esta sustituyendo tecnologías para minimizar y anular dependencia. Sustituyó el GPS de occidente, por su propio sistema de navegación satelital Beidou, soportado en una red de 30 satélites, alrededor del planeta. Todo como garantía de independencia estratégica y económica. Esta en funcionamiento en todo el planeta, desde 2020.
China se fijó el objetivo de la autosuficiencia, bajo el lema “Made in China” desde 2025, para convertir a esa potencia asiática en potencia en tecnologías, desde la industria aeroespacial, pasando por la robótica, las telecomunicaciones, biotecnologías y transporte terrestre eléctrico.
China pretende autosuficiencia tecnológica en mínimo 70% de componentes tecnológicos desde 2025.
De acuerdo con las dinámicas del desarrollo, de esa nación registradas ininterrumpidamente, desde las reformas introducidas por Deng Xiaoping (1979) y las marcadas diferencias en las relaciones comerciales y políticas de producción, económicas y de comercio de China, con terceras naciones, comparadas con el régimen de E. U., y los resultados negativos evidentes de las sanciones arancelarias, después de más de tres año de imposición de aranceles a mercancías chinas, prevén derrota total para E. U., en el corto y mediano plazo, si ellas se mantienen, tal como lo pronostica un exsecretario de comercio de E. U.
Entre marzo 2018 y marzo 2019, las importaciones de E. U. desde China crecieron 5% y las Exportaciones de E. U, a China decrecieron 13%. La tendencia se mantiene hasta 2022. Las exportaciones de China a E. U. son 13 veces superiores a las realizadas en sentido contrario, en el presente.
Las tasas de aranceles inicialmente impuestas a las importaciones desde China del sector agropecuario, golpearon significativamente ese sector de EE. UU. y obligó al gobierno de Trump, a incrementar subsidios por más de U$13.000 millones año, para compensar desbalances en subsidios y exportaciones del sector agrícola.
En el campo tecnológico, el Pentágono admitió el 2 de mayo de 2019 que E. U. cede su dominio en el espacio, ante Rusia y China, como consecuencia de la innovación, disminución de costos de producción, de esas naciones. Es prueba de ello, los fracasos de los Transbordadores espaciales (3) de E. U., que los obligó suspenderlos desde julio 15/2012 y reemplazarlos por las Naves rusas, Soyuz TMA-05M, (NASA/Carla Cioffi Reuters), según el secretario de defensa en funciones de E. U., de ese tiempo, Patrick Shanahan.
En el campo productivo, comercial-industrial general, la competencia entre naciones y en particular con emergentes polos de desarrollo, presagian cambios profundos. Ya China es el mayor productor mundial de trigo, de equipo automotriz electricos y Rusia el mayor exportador de trigo y legumbres.
Rusia dispone de las mayores reservas energéticas de gas natural. 48 billones de m3 frente a 10 billones de E. U. 80.000 millones de barriles de reservas de crudo frente a 48.000 millones de E. U.). Rusia se convirtió en el mayor abastecedor de gas a Europa, mediante la construcción del gasoducto que une a esa nación con Alemania, cruzando por Ucrania (Nord Stream 1), en funcionamiento, con capacidad de 27.000 millones de metros cúbicos/año, más el nuevo gasoducto (Nord Stream 2) que une a Rusia con Alemania por el fondo del Mar Báltico, con capacidad de 55.000 millones m3/año, proyecto terminado, que trata de impedir su funcionamiento el gobierno de EE. UU. Más el gasoducto bajo el Mar Negro, construido por GASPROM (2018-19), desde el sur de Rusia hasta el norte de Turquía para abastecer a Turquía y sur europeo. Bajo esa realidad, E. U. queda excluido del negocio del gas licuado en Europa por la imposibilidad de competir en precio/por unidad.
Igual ocurre con la industria aeronáutica, dominada por Boeing y que desde 2022, se enfrenta a la competencia rusa con los aviones de pasajeros MS-21-200 y 300, equipos con capacidad entre 165 y 212 pasajeros, 6400 Km de autonomía, 30% menos caros que los Boeing 737 Max 8-9.
Son algunas aristas del conflicto económico-político de EE. UU., Contra Rusia y China, que puede poner en riesgo la vida sobre la tierra. EE. UU ha sido y es una nación que solo defiende sus propios intereses, y que siempre estará dispuesto a perpetrar los más horrendos crímenes, por defenderlos.