La Nación
Diezmo en crisis por cuenta de la pandemia 1 26 abril, 2024
ECONOMÍA

Diezmo en crisis por cuenta de la pandemia

Hay templos que requieren más de $8 millones mensuales para subsistir, pero las entradas por cuenta del diezmo están prácticamente en ceros; así intentan bandear la crisis las parroquias en Huila.

huila@lanacion.com.co

La Iglesia Católica está viviendo su propio viacrucis financiero por cuenta del coronavirus (covid-19); solo la Diócesis de Neiva tiene 75 parroquias y cada una de ellas genera en promedio entre dos y tres empleos directos.

Ante la crisis los templos se están auxiliando entre sí, se ha tenido en cuenta sobre todo a los que están en comunidades vulnerables, también han echado mano de fondos y han enviado a vacaciones a algunos empleados. Además, esperan aplicar al subsidio a la nómina otorgado por el Gobierno Nacional.

Y es que los templos devengan su sustento del diezmo, es como vivir del “del día a día”, dijo Monseñor Froilán Tiberio Casas Ortíz, obispo de la Diócesis de Neiva.

“Durante este tiempo de aislamiento no ha entrado el apoyo a las parroquias, entonces nos estamos sosteniendo con ofrendas que dan algunos fieles. Un fondo que tenemos en la Curia también ha ido respondiendo de manera importante. Las parroquias tienen que pagar servicios, hay uno o dos empleados y eso implica que hay que pagar mínimo $1.400.000 mensuales a cada uno, porque se incluyen todas las obligaciones de ley”, sostuvo.

Obligaciones

Las parroquias también entregan ayudas a algunos de los más necesitados, en el caso de la Diócesis de Neiva, esta ha regalado más de 15.000 mercados. Ello es fruto de las donaciones de los fieles y del fondo, sin embargo “de donde se saca y no se echa, se acaba la cosecha”, recalca Monseñor. El banco de alimentos tiene siete empleados.

“La Curia tiene 17 empleados, esta subsiste del aporte que dan las parroquias, pero resulta que marzo, abril, mayo y junio no han aportado nada porque tampoco han tenido ingresos. Los fieles nos ayudarán a que en julio, agosto y septiembre haya una relativa estabilidad”.

La Diócesis de Neiva espera que con la pronta reapertura de templos puedan tener la presencia de fieles para predicar la palabra de Dios y confía en que los fieles no le abandonarán.

El parte, por ahora, es de tranquilidad y de austeridad. “No nos sentimos abandonados, no. La reapertura de templos nos ayudaría para sostener todos los servicios públicos; al padre que ayuda, al sacristán, la secretaria, etc., porque todos tienen costo y hay que responder”, señaló Monseñor.

Neiva

Sumado a los gastos básicos de cada parroquia, estas también deben invertir en obras para cumplir con las medidas de bioseguridad cuando se les permita reabrir.  Alonso Sánchez, párroco de la iglesia San Juan María Vianey, informó que están disponiendo de lavamanos para los fieles, y el costo asciende a $2.500.000.

Los gastos mensuales de esta parroquia ascienden a $8.000.000; entre servicios públicos y pago de nóminas, sin incluir alimentación. El monto se recauda entre rifas, ventas, bazares, eucaristías y diezmo.

“Lo esencial es el lavado de manos, tapabocas y el distanciamiento físico. Para pagar algunas obras que estamos haciendo se han hecho créditos porque en este momento nuestra mayor preocupación es cumplir con el protocolo de bioseguridad, que cuando haya una disposición por parte del Gobierno Nacional, tengamos todo al día y no seamos un foco de contagio, al contrario, lograr continuar con la ayuda espiritual de los fieles, animar el espíritu y que Dios les de fortaleza”, dijo el párroco.

Garzón

Algunas parroquias están sobreviviendo por medio de las ofrendas en mercados que han otorgado los fieles. Las comunidades, a su vez, a través de los grupos apostólicos también se están apoyando entre sí.

Todas las parroquias de la Diócesis de Garzón tienen empleados que en algún momento salieron a vacaciones, ahora están consensuando para lograr modificaciones de contratos para algunos casos.

“Las parroquias que tienen más estabilidad económica están ayudando a otras en sus necesidades, pero llega un momento en el que también debemos tener en cuenta que eso tiene su límite, porque las reservas se van acabando. Eso es lo que se está haciendo a nivel diocesano”, dijo monseñor Héctor Gabriel Trujillo.

La Diócesis también se está preparando para la reapertura de templos, que implica gastos, pero que es necesario para lograr cuidar la vida de los fieles.

“En este momento no hemos tenido que endeudarnos, en la Diócesis se han hecho préstamos a nivel interno, en bancos no están permitidos; y todo lo que implica construcciones dentro de los templos quedó estancado, porque en este momento lo más importante es el sostenimiento de nuestras parroquias. Tenemos que pagar agua, luz, teléfono etc., incluso nos llama la atención cómo a pesar de que estamos gastando menos energía, porque tenemos menos actividades, no es mucho la disminución en los recibos”, concluyó Monseñor.

Pitalito

“Vivimos de la providencia divina y el señor siempre sigue siendo fiel a sus fieles, pero en estos momentos no es nada fácil, no hay ingresos, sin embargo a nosotros lo que nos interesa es seguir trabajando para que las comunidades tengan lo fundamental. Para algunas parroquias es más compleja la situación que para otras; las que fueron creadas recientemente, las que están ubicadas en barrios marginales… sabemos de la generosidad de la gente, pero es complejo”, fue el panorama de Monseñor Fernando Floriano.

En Pitalito están atentos a evitar cualquier situación que pueda dar pie a un foco de contagio, agregó.

“Tenemos que unirnos para buscar el bienestar de las personas, proteger a los más vulnerables, a los niños, los ancianos y a nivel general a cualquier ciudadano”, sostuvo.

También aclaró que no han tenido agobios económicos, pero sí les preocupa las necesidades por la que están pasando los laboyanos. “Hemos ayudado a algunos por medio del banco de alimentos, pero en esta situación tan grave que hemos tenido, por mucho que se haga siempre resulta ser poco”. Recientemente se distribuyeron 100 mercados por parroquia.

“Es una lucha, confiamos en la gracia del Señor”, puntualizó Monseñor.