La Nación
El acueducto de San Agustín 1 6 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El acueducto de San Agustín

Gabriel Calderón Molina

Es preocupante que San Agustín figure entre los municipios del Huila con mayores riesgos de tener dificultades en el inmediato futuro en el suministro de agua al sector urbano. El aumento de la demanda del líquido debido el crecimiento de la población, el incremento del turismo y la infraestructura hotelera, son seguramente una de las causas del problema que la prensa ha venido registrando.

Decidí tratar este tema hoy, para contar algo que demuestra cómo la burocracia ignorante impide muchas veces encontrar   soluciones. Al asumir la alcaldía en 1995, la más grave falencia que encontré en materia de los servicios público fue el suministro de agua a la población. Llegaba unas cuatro horas al día y en algunos barrios solamente una vez a la semana. Acompañado de un grupo personas, entre ellas de don Gustavo Muñoz, decidí visitar los nacimientos de la quebrada El Quebradón la cual, desde 1971, viene surtiendo el acueducto municipal. Me llevé la sorpresa de que el bosque primitivo de la zona había sido talado unos 20 años atrás y reemplazado por árboles de pino trayendo como consecuencia que el agua desapareciera, debido a que el pino la absorbe por sus raíces y la expulsa hacia el aire a través de su follaje, convirtiendo los suelos en zonas áridas y afectando por consiguiente el suministro de agua. Envié una carta a la CAM para informar lo que había encontrado con la solicitud de autorización para tumbar los pinos y dar lugar a que el bosque natural recuperara ese espacio y aumentara la provisión de agua al acueducto. La respuesta fue negativa, con elogios al pino y tratándome hasta de ignorante en materia de bosques. Hoy es de todos conocido, dicho árbol es perjudicial para las fuentes de agua. Mi interés por tumbar esos árboles allí murió, pero con el mejoramiento de los canales de conducción y el funcionamiento de la planta de tratamiento, San Agustín volvió a contar con un acueducto eficiente.

Han pasado 23 años, la disminución del volumen de agua del Quebradon por los pinos en su nacimiento y la ocupación de la cuenca por cientos de familias, colocan a San Agustín ante una posible encrucijada por la falta de suficiente agua. Se deben adelantar estudios para empezar a enfrentar esta amenaza. Ojalá así lo entiendan los aspirantes a la Alcaldía.