Si bien las crecientes del río Las Ceibas son una de las amenazas que le roban el sueño a los residentes del también conocido como asentamiento ‘Bajo Tenerife’, en sus casas de tabla y tejas de zinc, les preocupa más la falta de alimentos y poco acceso al mínimo vital.
Mientras aplicaba el cemento en el suelo con ayuda de una llana, María del Carmen González Mogollón contó que en el asentamiento hay por lo menos 100 menores de edad, que ahora, como no tienen colegio, son sus ‘ayudantes’ en la tarea de pavimentar parte de la acequia que pasa frente a su casa.
Cada vez que llueve el agua se estanca perjudicando también la vivienda en madera de su hija, ubicada justamente en frente, a menos de dos metros, y otras más.
El asentamiento ‘El Chunche’ o ‘Bajo Tenerife’, donde vive María, está sobre la ribera del río Las Ceibas, afluente que atraviesa la ciudad de Neiva y de cuya cuenca se extrae el vital líquido para el área urbana de la capital del Huila. Así mismo, es uno de los vecinos de la Novena Brigada del Ejército.
Allí vive la neivana de corazón desde hace más de ocho años y durante este tiempo ha tenido varios sustos por cuenta de las crecientes. “Aquí arriba queda una alcantarilla, eso cuando llueve baja todo el agua y esto se ve como una quebrada, luego se estanca y se llena de zancudos, entonces por eso estoy rellenando, porque nos perjudica los niños”, dijo y señaló hacia la carrera 16.
“Y como abajo está el río, que crece cuando llueve, eso nos ha pegado unos sustos y casi no nos deja dormir, porque él es traicionero…”, siguió contando. Esa misma situación la viven las decenas de familias que residen en este asentamiento.
Los ciudadanos se desempeñan en oficios varios como vendedores, limpiando automóviles, entre otras actividades. Y algunos menores de edad, cuya cifra aún no se conoce de manera oficial, tratan de estudiar con las pocas herramientas que cuentan.
En medio de la pandemia, muchos padres de familia están imposibilitados de salir a trabajar, por ende la Alcaldía de Neiva les ha entregado alimentos, pero como no son suficientes, muchos han salido a la calle con trapos rojos en señal de hambruna. Sus vecinos, el Ejército Nacional, también ha otorgado ayudas humanitarias, al igual que la Personería de Neiva, pero no dan abasto.
Si bien María y sus tres hijas, quienes ya la hicieron abuela, optaron por invadir este terreno al no contar con el dinero para pagar un arriendo, hay diversidad de razones por las cuales continúan llegando colombianos de diferentes partes del país a este lugar.
Desde el Chocó y con 5 hijos
Tal es el caso de la familia Moreno Palomeque, quienes llegaron hace un año del Chocó en condición de desplazamiento forzado, sus hijos tres hombres y dos mujeres, son menores de edad. “Estamos buscando un mejor futuro”, dijo el padre de familia.
En el asentamiento las casas son en su mayoría de madera y tejas de zinc, hay bastantes niños y niñas, para cuando LA NACIÓN visitó el lugar, se les vio jugando con palas y cemento al lado de la señora María del Carmen, con cajas, otra menor estaba clavando una puntilla en lo que parecía ser una caja de madera y otros permanecían al lado del río. Así se entretienen diariamente durante la pandemia.
Este afluente representa un riesgo alto no mitigable, el terreno jamás podrá convertirse en barrio por diferentes razones que han sido evaluadas por parte de cada Oficina de Gestión del Riesgo que llega con cada Administración.
No mitigable
Los asentamientos que están sobre la zona de protección del río Las Ceibas, han sufrido de crecientes súbitas por temporadas de lluvias y varias familias han resultado damnificadas.
Desde la Oficina de Gestión del Riesgo de Neiva, recordaron que estas “son personas que están invadiendo zonas de protección de la cuenca, nosotros siempre los hemos atendiendo cuando vienen las crecientes, pues contamos con una red de alertas tempranas y les informamos de lo que está ocurriendo” indicó el Jefe de la Oficina, Armando Cabrera Rivera.
Explicó que en invasiones como estas han realizado perifoneo incluso de madrugada. En la ciudad hay por lo menos cuatro asentamientos ubicados en cuencas de afluentes; ‘Buenos Aires’, en la comuna Ocho, ‘La Estrella’, en inmediaciones del barrio Aeropuerto, entre otros.
A nivel general, a este tipo de urbanizaciones las acechan sobre todo amenazas de remoción en masa. Uno de los más extensos es el predio ‘Loma de San Pedro’ donde hay por lo menos ocho asentamientos, y ‘Nueva Esperanza’ por citar algunos.
“Las condiciones de pobreza aumentarán”
En Neiva hay 112 asentamientos humanos ilegales, informó el Personero Kleyver Oviedo Farfán, según el registro que figura tanto en la Defensoría del Pueblo como en Las Ceibas Empresas Públicas, anotó. Aunque otras entidades hablan de 114 y otras de 117.
Algunos ya están en proceso de legalización porque los servicios públicos han mejorado de manera ostensiva, sostuvo.
“Las condiciones de pobreza aumentarán de forma considerable en razón de que en Neiva el 20% de la población es víctima del conflicto armado. La ciudad es receptora de mucho desplazado, personas que buscan una nueva oportunidad de vida llegando a la urbe”, explicó Oviedo Farfán.
Por la pandemia, la situación se torna aún más crítica. “Con los presidentes de Junta de Acción Comunal hemos hecho un barrido para determinar qué personas fueron cobijadas con ayudas humanitarias y quiénes no, llegamos a muchos de ellos y hemos estado atentos a los derechos fundamentales”.
Bebés, niños, jóvenes y ancianos; el tipo de población que vive en asentamientos es de todas las edades, subrayó. “En definitiva hay unos cuadros muy complejos y que producen toda nuestra solidaridad en razón de que algunos no tienen ni siquiera las condiciones básicas de dignidad”.
El covid-19 también los ha golpeado, se han presentado casos positivos para el virus en ‘San Antonio’ y en el sector de Las Camelias en la comuna 10.
Se estima que, en su caso particular, ‘El Chunche’ está compuesto por más de 50 viviendas. En la zona, también está ubicado el asentamiento ‘El Hueco’. “Esa es la cota de inundación del río y es un bien de uso público, el cual es imprescriptible, inalienable e inembargable, pero esas personas se mantienen allí por su necesidad, no tienen otra opción más de vida”, puntualizó el Personero.
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Más de 15.400 familias en asentamientos
La ciudad, según estipula el Plan de Desarrollo Municipal 2020- 2023, “enfrenta un descontrol del crecimiento de la huella urbana generado por los múltiples asentamientos informales en la periferia de la ciudad y en cercanía de las principales rondas hídricas, con una población aproximada de 15.490 familias (de acuerdo a los censos realizados por la Secretaría de Vivienda y Hábitat), las cuales demandan un 64% en viviendas nuevas y el 36% de mejoramiento en la calidad de la vivienda, especialmente en el tema estructural”.
De acuerdo con la actual Administración, es necesario implementar un banco de tierras, para adquirir terrenos que den viabilidad a la Alcaldía, de realizar proyectos de vivienda para las familias más vulnerables del Municipio.
El mayor porcentaje de las familias que demandan vivienda nueva en Neiva provienen de los asentamientos, resalta el Plan de Desarrollo Municipal 2020-2023. Pero, la capacidad de pago de ellos no alcanza para realizar el cierre financiero o no cumplen con los requisitos para acceder a los subsidios del gobierno.