La Nación
     El festín de las campañas políticas 1 27 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

     El festín de las campañas políticas

 

Marcos Silva Martínez

 

Comienza  la reedición del festín de las campañas políticas, para hacerse al poder central y posiciones en el congreso.

Lo rutinario es que cada candidato se las sabe todas.  Es   omnipotente, pero como gobernante resulta incapaz e irresponsable, salvo poquísimas excepciones.  Es  el infortunio de Colombia.  Cada  gobernante resulta peor que el anterior. Los resultados lo demuestran.

Pero hay que agregar que la precaria e indiferente conciencia ciudadana,  facilita seguir en el atolladero en que esta sumido el pueblo colombiano, desde el punto de vista del ejercicio del poder público.

Es corriente escuchar: “eso es del gobierno” o “que roben pero que hagan algo”, no importa.   Es un monumental error. Las inversiones, gastos y corrupción   del desgobierno, se financian con impuestos, que pagan todos los ciudadanos.

El  gobernante, generalmente  carece de interés y responsabilidad para lograr resultados positivos en su gobierno. Generalmente se interesa es con quién contrata.

La contratación es la vena rota del presupuesto público. Ocurre  en Neiva, el Departamento, y en toda la nación.

Hay casos a porrillo. El antisocial proyecto El Quimbo: Uribe y sus secuaces  lo impusieron, sin importarles los legítimos intereses del Departamento y ciudadanos.

Riego  Paicol-Tesalia: lo impusieron sin análisis responsable de los estudios y diseños y  el mismo mesías y sus secuaces, embarcaron al departamento en  crédito de $40.000 millones y entregaron para que el mesías, decidiera su adjudicación. A sus amigotes Nules, a través de un consorcio. Por capital e intereses, el departamento pagó más de $60.000 millones. El proyecto es un monumento al despilfarro y la corrupción y a nadie le importa, aunque la obra no la terminen nunca.  En toda la nación ocurren hechos similares.

Actualmente, en Neiva, sin soporte técnico-económico ni ambiental  justificables y contra los intereses reales de la comunidad presente y futura,  la Administración Municipal quiere imponer un sistema de tratamiento de aguas residuales, que solo encuentra explicación en la irresponsabilidad administrativa y social.

La suma de desaciertos, actos de corrupción y desgobierno, son los que impiden el desarrollo socioeconómico integral y sumen en la pobreza endémica a naciones, en todo el planeta.

Gobernar a una nación, obliga ocuparse y responder por todos los aspectos del desarrollo,  garantizar  mejoras permanentes en la calidad de vida de sus habitantes. Esas condiciones nunca se cumplen en Colombia. Por eso socioeconómicamente y técnicamente, estamos como estamos.

Los gobiernos son representantes incondicionales del poder económico y como tal, defienden el capital y el patrimonio, de los más ricos nacionales y extranjeros, y explotadores de las riquezas nacionales. El espíritu y esencia de la reforma tributaria, lo confirma. No  toca impositivamente al sector financiero, entre otros. Les rebaja los impuestos y parafiscales.

Sellada la independencia de la Nueva Granada, Bolívar sentenció. “Estas naciones mientras sean gobernadas por abogados y curas, nunca podrán consolidad la democracia”

Debemos  convencernos que gobernar una nación, es un compromiso que exige mucha responsabilidad,  conocimiento general e integral del desarrollo, experiencia y honestidad.

El mayor culpable de tanta tropelía contra los pobres y tanta generosidad con los ricos, es el Congreso. Además de corrupto e irresponsable, es descarado con el pueblo que lo eligió. El pueblo debe demostrar que realmente es soberano. Que de su voto dependen ellos.

En consecuencia, desde ya y utilizando las herramientas del constituyente primario, debe decidir, las profundas transformaciones que requiere la nación.