En Ibagué, se realizó la primera Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad en el marco del caso 01 sobre crímenes de secuestro cometidos por integrantes del Comando Conjunto Central de las extintas Farc-EP que tuvieron presencia en el Tolima y norte del Huila. Con asistencia de 25 víctimas de las cuales 8 dieron sus testimonios frente a quienes fueron responsables directos de estos hechos, la jornada fue una exigencia por la verdad. La familia Charry contó pormenores del horror sufrido por hechos sucedidos en Palermo.
María Alejandra Ruiz Mallungo X-@amaperiodista
Ayer, la Jurisdicción Especial para La Paz, JEP, llevó a cabo en la ciudad de Ibagué, la primera Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad, en el marco del caso 01 denominado: ‘Toma de rehenes, graves privaciones de la libertad y otros crímenes concurrentes cometidos por las Farc-EP’.
Esta Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad sobre los secuestros ocurridos en Tolima y norte del Huila fue presidida por las magistradas Julieta Lemaitre, quien es la relatora del caso 01; Luisa Fernanda López; Marcela Giraldo Muñoz y Diana María Vega. Todas ellas integran la Sala de Reconocimiento y Verdad de la JEP.
La audiencia contó con la presencia de diez comparecientes que fueron integrantes del Comando Conjunto Central de las extintas Farc-EP, quienes recocieron las responsabilidades y profundizaron en la verdad de los hechos ante las víctimas de estos delitos.
También participaron 25 víctimas; ocho de ellas dieron testimonios del sufrimiento que experimentaron durante el cautiverio o por el secuestro de sus familiares, así como los daños que les causaron y las heridas que todavía no se han cerrado.
El encuentro se dividió en dos aristas: secuestros con fines de financiación y secuestros por control del territorio.
‘No nos hemos recuperado’
Entre las víctimas que participaron contando sus testimonios frente a las magistradas de la JEP y los comparecientes, estuvo Ramiro Charry Durán y Ramiro Charry, víctimas por secuestros perpetrados por el Comando Conjunto Central de las extintas Farc-EP en el municipio de Palermo, Huila.
El 30 de octubre del año 2001, fueron secuestrados el señor Ramiro Charry Durán y su esposa, María Fernanda Durán, en jurisdicción de Palermo. La señora Durán, durante las largas caminatas que debían atravesar en medio de su cautiverio, sufrió una grave herida en su pierna derecha, la cual fue una fractura en tres partes, el hecho ocurrió el 31 de enero del año 2002.
En medio de esta situación, quien tuvo que atender las heridas y convertirse en “médico” de su esposa, fue el señor Ramiro Durán; él se encargó de inyectar a la señora Durán, para calmar el fuerte dolor por la herida. Sólo hasta el 17 de febrero de 2002, (mes y medio después) fue liberada, ya que “los guerrilleros no se aguantaban los gritos de dolor de ella”. Ramiro Charry Durán, fue liberado el 30 de abril de 2002.
“A partir de ahí le quedaron daños para toda la vida, tanto físicos como psicológicos, no nos hemos recuperado”. Ramiro Charry expuso a los comparecientes y quienes fueron sus victimarios, sobre el sufrimiento en medio del secuestro a partir de la fractura que sufrió su esposa.
‘Quién dio la información’
En medio de la audiencia, y ante, Víctor Hugo Silva, directo responsable, encargado de aprehender y mantener en cautiverio a los dos esposos, el señor Charry expresó: “Para mí la verdad es saber de dónde salen estos secuestros”, expresó al iniciar su intervención. “Dígannos, quiénes eran las personas que les ayudaron o participaron el génesis de los secuestros con fines de financiación”, pidió a los comparecientes del Comando Conjunto Central.
“Asumo la responsabilidad”
Luego de escuchar a las víctimas, fue el turno de hablar al compareciente, Víctor Hugo Silva conocido como ‘Erick’ o el ‘Chivo’, integrante del Comando Conjunto Central de las extintas Farc-EP, quien, en medio de este reconocimiento a la verdad, dijo: “Yo asumo la responsabilidad de su secuestro”.
Audiencia privada
En medio de este reconocimiento de verdad, la familia Charry y el compareciente Víctor Hugo Silva pusieron en discusión sus puntos de vista sobre cómo se produjo el secuestro de los padres, llegando a la iniciativa, con mediación de la magistratura, de hacer un encuentro privado para profundizar en detalles importantes para la familia y así esto les “ayude a entender mejor todo el proceso” que desencadenó este triste suceso para las víctimas.