La Nación
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El ministro para la paz

Las constantes retóricas del entonces ministro de la defensa Juan Carlos Pinzón contra las Farc, complacían a unos e incomodaban a otros.

Para los que abiertamente se han opuesto desde el principio a los diálogos de paz en la Habana, entre el gobierno del presidente Santos y las farc, se sentían muy complacidos por el lenguaje belicoso utilizado por el ministro Pinzón, que a la vez incomodaba a los que radicalmente apoyan sin ninguna reserva el proceso de paz.

Posiblemente la mayoría de los dos sectores no entendieron en su momento, que el ministro de defensa obedecía órdenes directas del presidente, para que ejerciera al máximo presión militar y verbal contra la insurgencia, como estrategia para acelerar los acuerdos que hoy navegan, según los “expertos”, hacia puerto seguro.

Lo cierto es que el ministro cumplió con la tarea encomendada por el propio presidente y sus estrategas, que hoy se la juegan con todo, donde no se escatima ni el más mínimo detalle que contribuya al objetivo bandera del gobierno de Santos, que no es otro que poner fin al conflicto armado en Colombia.

El nombramiento de Luis Carlos Villegas como nuevo ministro de defensa pareciera como la estratégica jugada de ajedrez político para empezar en serio el des escalamiento militar y verbal por parte del gobierno de Santos, que a la vez podría enunciar la cercanía del acuerdo sobre el cese al fuego bilateral y del acuerdo final.

El ex ministro Pinzón es un hombre de corte militarista, perfil que es ingénito por ser hijo de militar y porque antes que ser ministro de defensa había ocupado en la misma cartera el cargo de viceministro. Contrario es Villegas que más que circularle por sus venas sangre guerrerista, es un burgués aristócrata que más sabe de empresa y de gremios económicos, perfil que puede permitirle hacer un gran aporte al proceso de paz.

Pero el ministro para la paz no es solamente aquel que hable en términos diplomáticos cuando se refiera a la insurgencia. Es por ejemplo: un ministro de agricultura que cumpla con los acuerdos pactados entre el gobierno y los campesinos en los paros del sector agropecuario, que tuvieron a un paso de tumbar a Santos. O el ministro de salud que ponga en cintura a las EPS, para que acaben con el paseo de la muerte. O un ministro de hacienda que antes que arrodillarse ante las transnacionales y sus monopolios, asigne parte del presupuesto nacional, para el servicio de causas generales, que combatan las desigualdades sociales, que son principal causa del conflicto armado interno. miguel.rh12@hotmail.com