Javier Cabrera
Seguimos hablando de cambio y claro, el cambio es necesario; Y es útil cuando se es consciente de que, y en que se debe cambiar, cuando se mira introspectivamente las acciones propias, se aceptan y comprenden errores, equivocaciones y costos que en la vida ha tenido el actuar de una forma determinada. En ese momento, cuando entendemos lo que se quiere cambiar y buscamos el camino para hacerlo, surge la importancia del observador y sus infinitas posibilidades.
“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos territorios, sino en tener nuevos ojos” decía Marcel Proust destacado novelista francés del siglo XX. Hoy destaco esta frase ya que resalto la importancia de comprender, como podemos cambiar nuestra mirada ante el mundo, las circunstancias y la vida, encontrando un camino diferente al del ser inmutable que evocaba Parménides 500 años AC, según el cual nacemos y estamos condenados a ser siempre iguales, a nunca cambiar o transformarnos.
En este sentido, cuando somos conscientes que nuestra vida no está condenada y definida para ser vivida igual, sino que puede cambiar gracias a nuestras decisiones, entorno o circunstancias, es que aceptamos las infinitas posibilidades que tenemos como seres humanos de adaptarnos, reencontrarnos, refundarnos o reinventarnos.
Interpretar con sensatez y humildad lo anterior, nos permitirá encontrar en el momento actual oportunidades de relacionarnos mejor con nuestro entorno, de entender mejor nuestras conversaciones, de escuchar nuestro ser interno y a quienes nos rodean, para acercarnos a espacios que brinden tranquilidad y felicidad.
Ese otro observador que existe en nosotros es el que nos aboca a contemplar la dimensión que existe en la Metanioa, palabra griega muy común en la época cristiana que hacia referencia a la redención, perdón o cambio. Hoy la recojo no solo desde su concepto religioso, sino tratando de abocar su significado en forma más amplia.
La Metanoia, que su significado literal del griego denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección, del griego ‘meta’ por encima ‘noia’ cambio, cobra relevancia en el momento de visualizar una crisis como la actual, en el momento de hablar de reinventarnos o de reencontrarnos, de transformarnos para comprender una nueva realidad que el mundo nos pone en el camino.
Entender que debemos no solo cambiar sino transformarnos, y mirar el mundo con otros ojos, nos mostrará un futuro más tranquilizador y confiable después de esta pandemia.