La Nación
El Paro Nacional por el presente 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El Paro Nacional por el presente

Por: Piero Emmanuel Silva Arce

Las multitudinarias manifestaciones y expresiones políticas durante todos los días del Paro Nacional evidencian un momento de ruptura en el País. Las diferentes voces de la sociedad se han manifestado, los repertorios de lucha han sido diversos y el movimiento ha sido constante; cada día comienza con una programación en diferentes puntos de la ciudad, donde sectores de la sociedad se congregan para exigir al gobierno una vida digna. Los ciudadanos ya no soportan más a esas élites políticas que transfieren los recursos públicos a sus arcas privadas, estigmatizan a quienes se manifiestan y les roban las posibilidades a las nuevas generaciones del país.

La juventud colombiana no quiere futuro, exige el presente. El modelo neoliberal se ha sostenido bajo la promesa de un futuro con buenas condiciones de vida para todos y todas, el paraíso nunca ha sido posible; en la esperanza por un porvenir que nunca llegará se sustentan las férreas bases del capitalismo, la religión cristiana y la mayoría de los ismos políticos. Frente al pensamiento único de la democracia liberal y del pensamiento religioso, los movimientos sociales emergen para expresar la diversidad de la vida, para decir que existen otras formas organizativas en torno a lo económico, lo cultural y lo político. Las juventudes salen de sus barrios para llegar a los lugares de encuentro sin las cadenas de las instituciones opresoras, aquellas que les orientan cómo hablar, qué hacer, cómo vestirse, cómo divertirse, cómo amar; las órdenes del modelo heteronormativo están presentes en todos los niveles institucionales reprimiendo para impedir que los jóvenes sean y se expresen con libertad; ciudades como Neiva están diseñadas para expulsarlos a sus casas, al espacio de la soledad, de lo oculto, del silencio; los gobiernos locales y departamentales no han estado a la altura de la juventud porque los entornos urbanos carecen de espacios públicos, no hay teatros, no hay bibliotecas, no hay librerías, no hay parques, no hay escenarios deportivos, no hay empleo, el sistema educativo no da abasto.

Frente a las exigencias de las ciudadanías que se movilizan en este Paro Nacional, los Gobiernos en todos los niveles han respondido con violencia, mientras las discusiones por lo fundamental no se afrontan. Los muertos y heridos no les importan y para el Gobierno uribista de Duque no son más que cifras. Las diversas voces han emergido con fuerza en un país violento y excluyente. Se siguen juntando las singularidades para exigir una vida digna y en paz.