La medida cautelar de urgencia decretada por el Tribunal Administrativo del Huila, congelando hasta nueva orden el llenado de la hidroeléctrica El Quimbo, abrirá si duda un gran debate.
La decisión judicial, sin duda, tendrá inmensas implicaciones técnicas y económicos, repercusiones sociales, y pone nuevamente sobre el tapete el debate sobre la inseguridad jurídica.
La medida, por su mismo carácter de urgencia, deberá comunicarse y cumplirse inmediatamente. No obstante, será susceptible del recurso de apelación o de súplica, y podrá levantarse, modificarse o revocarse en cualquier estado del proceso, de oficio o a petición de parte.
Pero la orden es contundente: congelar por ahora, el llenado del embalse de El Quimbo hasta que se satisfaga el caudal óptimo (mínimo de 160 m3/s y 300-400 m3/s, en época de aguas altas. Este caudal, cuatro veces superior al ecológico previsto en la licencia ambiental fue recomendado por la Aunap, adscrita al Ministerio de Agricultura.
El caudal ecológico, más el tiempo de sequía, típicos en esta época, agravaría la situación del embalse y podría tener, efectos catastróficos, según la alerta de los piscicultores.
Atendiendo el clamor de los piscicultores, el organismo oficial, había recomendado que el llenado del nuevo embalse se hiciera único y exclusivamente en el periodo de aguas más altas, de manera que los caudales conjuntos que llegan a Betania se mantengan en niveles adecuados para mantener la actividad acuícola en el lugar. Esta recomendación permitirá además tener el menor tiempo de llenado de la presa posible.
Incrementar el caudal para cumplir con esta exigencia, implicará de hecho, cambios sustanciales en las estructuras del complejo, diseñadas y construidas para permitir el ingreso del caudal ecológico de 36 metros cúbicos por segundo. Una medida difícil de cumplir, técnicamente imposible, estimando que el proyecto se encuentra ejecutado casi en su totalidad. Aparentemente resultaría extemporánea y le restaría eficacia jurídica y haría ineficaz el mandato.
La medida, sin embargo, abre otra posibilidad para hacer efectivas, esas sí, las fórmulas evaluadas en las mesas técnicas de seguimiento. Y para darle curso a los acuerdos que se quedaron como letra muerta.
El escenario permitirá profundizar la concertación y buscar acuerdos sobre las posibles amenazas. Pero no solo del proyecto. También de los propios piscicultores, la mayoría responsables de la sobrecarga, la saturación en los niveles de producción y la ilegítima expansión de las áreas concesionadas.
La expansión sin control de los proyectos piscícolas, el uso inadecuado de agroquímicos y la informalidad también amenazan el equilibrio biótico y ponen en alto riesgo la piscicultura en el embalse.
Es hora de hacer viable el acuerdo con el Gobierno para facilitar la reubicación de los piscicultores por fuera del embalse, propuesta que sigue en el aire. El Quimbo, es inatajable y está a punto de entrar en plena operación.
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“El Quimbo, es inatajable y está a punto de entrar en plena operación”.
EDITORIALITO
Los casos de estafas siguen creciendo. Avivatos que venden casas, otros que ofrecen empleos con cobros anticipados, otros más que venden barato casas rematadas, y para rematar, nuevas pirámides. Lo grave: muchos incautos siguen creyendo y sin verificar caen en la trampa. Ojo pues.