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El trascendente valor del agua

En enero del presente año, Omar Franco, Director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), informó que existía un 80% de probabilidad de que el fenómeno de El Niño llegara a nuestro país, razón por la cual, expresó en una entrevista concedida al diario El Tiempo que “era indispensable que la ciudadanía estuviese preparada”. Dicho fenómeno, es un evento climático que se produce cada cierto número de años por el calentamiento del océano pacífico, lo cual genera una amplia sequía que origina un fuerte impacto sobre sectores productivos como la agricultura, la ganadería, el transporte, la energía, por citar algunos.

Actualmente, como bien lo advirtió Franco, nuestro país se encuentra involucrado en este evento de variabilidad climática, donde amplias zonas del país se han visto considerablemente afectadas tanto en su economía, como en su diario vivir. Además, por si fuera poco, según el informe emitido el mes pasado por el Centro de Predicción Climática de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) de Estados Unidos, existe una probabilidad mayor al 90% de que El Niño continúe hasta finales de 2015 y el primer trimestre de 2016. Por ende, cabría preguntarnos ¿somos conscientes del gran problema al que nos estamos enfrentando? Da la impresión que no.

A pesar de que Colombia figura en el listado de países del mundo que cuentan con mayores fuentes hídricas, lastimosamente, nuestra sociedad poco o nada conoce sobre la cultura del gasto responsable del agua, de su alto valor y de su carácter indispensable para nuestra existencia, ¿acaso nos hemos preguntado alguna vez acerca de lo verdaderamente problemático que resultaría coexistir en un mundo donde no tuviéramos acceso instantáneo de tan imprescindible recurso natural?¿Qué sucedería si de pronto el agua dejara de ser tan asequible?Evidencia de ello, los informes de la Global Water Partnership (GWP) de 2014, que demuestran que cada año en Colombia se desperdician cerca de 1029 millones de metros cúbicos de agua, lo que se traduce en un pérdida económica de 1.3 billones de pesos.

Así pues, es necesario generar en nuestro país dinámicas eficaces que conduzcan al ahorro del agua, pues, además de ser necesario para sobrellevar el fenómeno climático del que estamos siendo víctimas, no se puede olvidar que es un recurso no renovable, sin el cual no podríamos subsistir. Por ello, los invito a que seamos responsables frente al uso de este excepcional elemento en los diversos escenarios, tomando conciencia de su adecuado tratamiento. Si lo logramos, podremos superar esta coyuntura con menos dificultades y aseguraremos la máxima durabilidad posible de nuestro vital recurso, pues como bien lo afirma el periodista ambiental y escritor, José Luis Gallego,autor de "Ecologíaparano ecologistas",“Agua para todos, pero no para todo. Optimizar este recurso natural y evitar el derroche será la única solución para las necesidades del 2030”.