La Corte Constitucional dio vía libre al proyecto de borrón y cuenta nueva. La sola amnistía beneficiará a alrededor de 10 millones de personas quienes restablecerán su vida crediticia en bancos y establecimientos de comercio. “Esta ley se volverá una herramienta fundamental para la reactivación económica del país”, destacó el senador David Barguil, quien propuso y luchó por sacar a delante la medida.
La ley permite:
-Amnistía por única vez para quienes se pongan al día en los 12 primeros meses de vigencia de la ley o ya lo hayan hecho con anterioridad. Saldrán de las Centrales de Riesgo en máximo seis meses.
-Estudiantes con créditos educativos del Icetex, pequeños productores, jóvenes rurales, mujeres rurales y víctimas del conflicto armado que extingan su deuda saldrán inmediatamente del reporte negativo.
– Las personas que tengan deudas inferiores al 15% del salario mínimo (menos de $131.670) recibirán dos comunicaciones antes de ser reportadas negativamente.
– La calificación crediticia deberá normalizarse de inmediato cuando se elimine el reporte negativo.
– La consulta de información crediticia siempre será gratuita en todos los canales y no disminuirá la calificación.
– Se prohíbe la consulta a las Centrales de Riesgo para otorgar un empleo.
– Se protege a las víctimas de suplantación personal. Con la sola comunicación y mostrando las pruebas del fraude a la entidad financiera se eliminará el reporte negativo, dejando una leyenda que indique “víctima de falsedad personal”.
– El tiempo del reporte negativo en las Centrales de Riesgo será del doble del tiempo de la mora y hasta máximo cuatro años. Sigue como está en la ley actual de Habeas Data.
– Todo dato negativo caducará una vez cumplido el término de 8 años, contados a partir del momento en que entre en mora la obligación. Cumplido este término, el reporte negativo deberá ser eliminado. Esto no significa que la obligación prescriba.
– En el mercado crediticio seguirá existiendo suficiente información que permita tomar decisiones a los establecimientos de crédito.
– El historial crediticio de las personas naturales y jurídicas se mantiene, tanto para las personas con buenos hábitos de pago como para las personas con malos hábitos de pago.