El profesor Gustavo Briñez Villa no es popular en el ámbito político, pero si se pregunta por él en la academia, su nombre salta a la vista, por cualquier parte.
De hecho, ha sido candidato a la Rectoría de la Universidad Surcolombiana y su experiencia como docente no tiene par. Estudiado como el que más, ahora Briñez Villa quiere ser gobernador del departamento del Huila.
Cuenta con el aval de la Unión Patriótica y cuenta con apoyo de otros sectores de izquierda como el Polo Democrático, pero se apresura a aclarar que su propuesta no es de un solo matiz ni sus ideas para tenerles miedo.
Hablemos un poco de usted…
Soy licenciado en Filología e Idiomas de la Universidad Nacional. Tres posgrados, uno en Literatura Hispanoamericana, otro en Educación y Desarrollo Comunitario y uno más en Lingüística Aplicada. Estos posgrados los realicé en la Universidad de los Andes, el Instituto Caro y Cuervo. He publicado cinco libros, pues he participado desde mi época de profesor en la Usco, durante 36 años, en campañas sociales por el Huila. Por ejemplo en el proyecto de alfabetización, posalfabetización y desarrollo comunitario por el departamento del Huila por el cual nos ganamos el premio Simón Bolívar del Ministerio de Educación. Fui director del bachillerato para la paz que la gente conocía como el bachillerato de los reinsertados, y dirigí todo el todo el programa educativo que tuvo la Usco con la cárcel del distrito judicial de Neiva. El año pasado fui candidato a la rectoría de la Universidad Surcolombiana. Mis textos sobre literatura se han publicado en revistas nacionales e internacionales.
¿Usted es huilense?
No, yo soy de Girardot, pero vivo aquí hace 36 años.
¿Para usted, cuáles son los problemas más importantes del Huila?
Fundamentalmente el atraso, en todos los órdenes. En lo económico, lo social, lo político y cultural. En lo económico es la hora que no hemos dado paso a la modernidad industrialización del departamento, cuando Antioquia en 1904, estando en peores condiciones que el Huila, lo hizo. En lo social tenemos problemas de pobreza impresionantes. Estamos por debajo de la media nacional siendo uno de los departamentos más ricos del país, pero nos encontramos casi como el Chocó y La Guajira.
Tenemos todos los climas, producimos de todo, petróleo, agua, minas, tierras fértiles y un pueblo trabajador. Eso no es justo, la deuda social es grande. En lo cultural se tiene invisibilizadas muchas expresiones culturales del pueblo del Huila, siendo la más importante de todas el Festival del Bambuco que ahora fue privatizado. En lo ambiental tenemos el desastre de El Quimbo y el anuncio de otras represas lo cual sería ruinoso para el departamento, desde todos los puntos de vista. Pero falta que el pueblo se una para cambiarlo todo, para democratizar el departamento en todos los órdenes.
¿Y a quién le echamos la culpa de este atraso del departamento?
Lo digo con respeto. A la clase política que ha gobernado durante tantos años el Huila. Cómo es posible que 110 años después de haberse creado la primera fábrica de tejidos en Colombia, aquí todavía sigamos sin dar el paso hacia la alfabetización. Cómo es posible que siendo un departamento rico en recursos naturales estemos en un nivel de pobreza exagerado y a partir de ahí haya altísimos índices de desempleo. Cómo es posible que en educación todavía tengamos problemas de cobertura y sobretodo de calidad. Entre 11.000 estudiantes que tiene la Surcolombiana contando las tres subsedes, solo haya un 0,06 por ciento de estratos cero. Es decir, el pueblo, pueblo no está llegando a la Usco, y el estrato uno tampoco tiene mucha gente allí. Pensamos que se debe dar gratuidad absoluta a estas personas. La inmensa mayoría del estrato cero se retira porque no tiene para el bus, la fotocopia y la alimentación.
¿Usted es candidato por la Unión Patriótica o por el Polo, como se dijo inicialmente?
Hubo problemas en el diligenciamiento de los formularios porque por error, tanto el Polo como nosotros, hicimos formularios aparte sin utilizar el que era de coalición. Las cosas se hicieron así pero salió por la Unión Patriótica pero hay una adhesión del Polo Democrático, del Congreso de los Pueblos y Marcha Patriótica.
¿En qué momento decide usted someterse a este ambiente político?
El año pasado fui candidato a la rectoría de la Universidad. Hubo una circunstancia muy particular porque todos los sectores de la izquierda del Huila se unieron para apoyarme y también sectores del Partido Liberal, el Conservador y algunas personas que no pertenecen a ningún partido. La circunstancia se dio por razones de tipo leguleyo cuando me sacaron de la terna pero la experiencia quedó. Con base en ella, los grupos democráticos para empezar a que cuaje la unidad de toda la izquierda y los grupos democráticos, se presenta esta candidatura. Nosotros no somos peligrosos, ni gentes violentas. Estamos hablando de democratizar el departamento para el bienestar de la gente.
¿Pero cómo empezar a cambiar las cosas en un departamento tan político como este donde ha dominado siempre la clase política tradicional?
Es difícil, largo, no se puede dar de la noche a la mañana porque hay aspectos culturales de carácter negativo como la del clientelismo que dificulta mucho esa labor. Sin embargo, he estado en cinco municipios del departamento y zonas rurales y escucho con sorpresa que la gente ya ha empezado a manifestar que está harta del engaño, de desaparición de los recursos del erario. Acá la corrupción campea, estamos en tercer lugar nacional y eso es vergonzoso. Se trata de seguir trabajando en eso pero mostrando alternativas, no quedarnos en la crítica sino siendo propositivos y eso es lo que estamos diciendo a los huilenses.
¿Cuáles son esas propuestas?
Son ocho, pero me refiero a las dos fundamentales. Primero, el desarrollo rural integral. Estamos hablando de la defensa del territorio, del agua para frenar los abusos de las multinacionales minero energéticas y asegurar la seguridad alimentaria para las generaciones presentes y futuras. Estamos hablando de la defensa del trabajo y producción de los campesinos porque hay que elevar la productividad del trabajo porque esa es la base para el desarrollo económico. También estamos hablando de priorizar en asocio con los municipios la construcción y arreglo de vías terciarias que son un lastre para el campesino. Estamos hablando de construcción y mejoramiento de vivienda campesina, todo en el marco de la defensa de la naturaleza y el hombre mismo. Es que nos están destruyendo el Huila y la gente.
¿Usted cree que el Huila esté preparado para un gobierno de izquierda?
No haríamos un gobierno de izquierda en sentido estricto. Haríamos un gobierno democrático, de eso se trata. No estamos hablando de un paso al socialismo, ni cosas por el estilo. Estamos tratando de llevar a la práctica cosas como lo que está consagrado en la Constitución Nacional. No es nada escandaloso, ni de izquierda radical, es el paso a la democracia con paz y justicia social.
¿Considera que el proyecto de El Quimbo fue un proyecto que no debió realizarse?
Nunca debió hacerse, es el atentado más grande a la naturaleza de nuestro departamento y a la gente. Mire todos los que fueron desplazados, que no han sido indemnizados. Muchos proyectos de vida esfumados, y si no nos unimos todos en la defensa del territorio y del agua, nos meten nueve represas más. El calentamiento global sería terrible, el Huila pasaría a ser un espejo de agua, desaparecerían especies vegetales y animales al igual que cultivos, el café entre ellos.
A propósito de los cafeteros, se quejan de falta de políticas serias, ¿cuál es su propuesta para ellos?
Yo me he reunido con ellos y es una queja sentida. Creo que lo que hay que hacer es fundamentalmente que el gobierno nacional termine esa imposición de que los campesinos tienen que comprarles los insumos y los fertilizantes a las empresas trasnacionales. Eso encarece grandemente la producción. Me dicen que el gobierno no les está pagando los subsidios que les prometió, y somos el primer productor nacional de café, y líderes mundiales en grano especial.
¿Qué hacer ahí?
Fundamentalmente que el pueblo cafetero sea el que se exprese, tome las riendas de su propia producción. En muchos casos, los comités de cafeteros, no solo en el Huila sino en otras partes están manejados por funcionarios con altísimos sueldos pero la gente cafetera cada vez más abandonada. El Comité de Cafeteros debe estar integrado por los grandes productores pero también los medianos y los pequeños. Que haya capacitación, inversión en técnica e investigación para mejorar la producción. Hay que mantener los subsidios. Se están firmando tratos de libre comercio y todos van en contra de la producción nacional. Hace tres años se firmó el primer TLC y lo que hemos leído es que las exportaciones colombianas en lugar de aumentar, se han disminuido en un 30 por ciento. De seguir así, empeorará la situación.
¿Quién hace parte de su equipo?
Yo tengo un equipo muy bueno, integrado por representantes de distintos grupos políticos que están apoyando esta candidatura. Hay personas que pertenecen a la Marcha Patriótica, Unión Patriótica, Congreso de los Pueblos y el Polo. Son todas personas muy cultas y hay también las populares, los líderes populares que tienen la sabiduría popular. Eso hace posible el intercambio de saberes para que marchen juntos en la democratización de la realidad.
¿Con quién piensa gobernar usted?
No tiene que ser forzosamente con los partidos que me están apoyando, sino con los más capaces. Si por ejemplo, en educación hay una persona que es de otro partido o no tiene, y tiene buenas propuestas y es muy honrada, pues que sea con esa persona. Un gabinete de tipo técnico más que político para que las cosas se hagan de buena fe y se vean los resultados.
¿Qué necesita el Huila para cambiar de ruta?
Que el pueblo del Huila se una, se organice y manifieste que ya no tolera más la corrupción, el asalto al erario, el atraso y la violencia.
A propósito de violencia, ¿cómo tendrá que enfrentar el Huila el posconflicto?
No es solo del Huila, es del país que tiene que afrontar el posconflicto. El presidente Santos ha dicho que el modelo económico no está en discusión en La Habana. Es el modelo macroeconómico neoliberal excluyente, generador de desigualdades. Una paz enfocada como paz positiva que garantice condiciones de vida digna a la población, implica toda una serie de reformas sociales, políticas, económicas y ambientales para democratizar este espacio que tenemos