La Nación
COLUMNISTAS

Fedecafe y la crisis cafetera – Eduardo Gutiérrez Arias

Mientras escribo este artículo se está desarrollando en Bogotá el 76 congreso de la Federación Nacional de Cafeteros con una participación de 120 delegados encargados de analizar Mientras escribo este artículo se está desarrollando en Bogotá el 76 congreso de la Federación Nacional de Cafeteros con una participación de 120 delegados encargados de analizar la situación actual del gremio y el futuro de la caficultura Colombiana. La Federación nació en el año de 1927 en el segundo congreso nacional cafetero celebrado en Medellín. El primero había tenido ocurrencia en el año de 1920 en Bogotá pero se levantó sin haber llegado a definiciones en ninguna materia. En los comienzos de la segunda mitad del siglo 20, el gremio se había vuelto tan poderoso e influyente en la economía nacional que muchos decían que las grandes decisiones para la economía colombiana no se tomaban en el congreso de la república sino en los congresos cafeteros. Fue la época del monocultivo. Las exportaciones de café representaban más del 50% de las exportaciones del país. Las compras de la cosecha se hacían a través de la red de cooperativas cafeteras que ha sido uno de los pocos intentos exitosos de cooperativismo agrario en Colombia. Pero los grandes exportadores siempre tuvieron un gran peso en la dirección de la Federación y nunca se preocuparon ni por generarle valor agregado a la producción primaria impulsando la agroindustria cafetera, ni por convertir a las cooperativas en las grandes exportadoras. Este fue un negocio que se reservó la élite de empresarios exportadores para su exclusivo beneficio. Pero, el modelo keynesiano de desarrollo, a cuyo amparo había crecido la industria del café en un muy buen esquema de interacción entre el sector privado y el público, se agotó y dio paso al modelo neoliberal, de regreso a un capitalismo salvaje de libre juego de las leyes del mercado. El pacto internacional del café cayó y el precio del producto quedó a merced no de las fuerzas del mercado, sino de un reducido número de grandes monopolios trasnacionales, que con grandes capitales pueden acaparar y manejar la oferta mundial. Los precios del grano han caído a nivel internacional, la revaluación golpea con mucha fuerza el precio interno y los cafeteros que en un tiempo fueron los héroes hoy comienzan a ser tratados como mendigos. Ellos piden que así como apoyaron el progreso del país, hoy este los apoye para superar la actual crisis. Piden además democratizar su gremio. En estas definiciones también está en juego la paz de Colombia y la consolidación de su despegue económico.