Alejandro Serna
Vivimos orgullosos de ser neivanos producto de la riqueza cultural y del folclor en nuestro territorio, que casi siempre es asociado a las Festividades del San Pedro, olvidando que este concepto va más allá y por eso veo la necesidad imperiosa que hablemos de cultura en nuestra amada Neiva.
Para contextualizarnos con la cultura es menester revisar sus dos acepciones según la Real Academia Española. La primera entendida como: la “excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, el otro concepto de cultura y el más conocido comprendido como: “El conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo”.
– ¿Cómo hablar de cultura en Neiva? ¿cómo pretender sentirnos orgullosos de nuestra riqueza tradicional? – si segregamos a las expresiones culturales y tradiciones como el teatro, la literatura, la cuentearía, las artesanías, expresiones musicales urbanas, grafiteros, escultores, pintores, cinéfilos, entre muchos más, que hoy son invisibles y que ni si quiera están censados los valiosos gestores culturales en nuestra urbe, por el desconocimiento de nuestros mandatarios en el sector.
No tenemos un “Plan Decenal de Cultura de Neiva” y menos que sea construido por los gestores culturales, que tienen delegados en el del Consejo Municipal de Cultura y que es una herramienta para que la Alcaldía de Neiva pueda ejecutar planificadamente políticas públicas que trasciendan del cuatrienio constitucional.
Por medio de las artes y de la cultura se construye neivanidad. Por ende, la política pública cultural en Neiva se tiene que pensar transversalmente, no con unas simples metas de producto y de resultado en el Plan de Desarrollo neivano, sino ingeniarnos que por medio del teatro podemos cambiar la mentalidad de los peatones y conductores de vehículos que infringen a diario las normas de tránsito, prospectar que mediante la música se pueda fortalecer la pedagogía en educación, que con la pintura, los murales y la escultura se pueda lograr sentido de pertenencia en los escenarios comunitarios.
La cultura es un hilo conductor de construcción de ciudadanía y no la realización de eventos puntuales o “eventitis” que solo giran en torno al San Pedro. Si queremos empezar a generar identidad en nuestra ciudad, propongo:
Primero: Que la administración municipal empiece a liderar los planes territoriales de teatro, festivales de música, de poesía, de cuentería y de cine, no bajo participaciones o financiaciones irrisorias y vergonzantes, que lo único que hace es desincentivar la cultura en Neiva. Segundo: Debemos dignificar a nuestros gestores culturales, dando herramientas a las organizaciones culturales. Tercero: Por medio de las economías naranjas, la cultura se convierta en emprendimientos culturales generadores de recursos de autofinanciación y de gestión de recursos a nivel externo. ¡Avancemos!