Rodrigo Lara Restrepo considera que la extradición de Estados Unidos se volvió muy flexible, ‘porque la mafia le cogió el tiro’ al sistema judicial de los norteamericanos. Rodrigo Lara Restrepo considera que la extradición de Estados Unidos se volvió muy flexible, ‘porque la mafia le cogió el tiro’ al sistema judicial de los norteamericanos. NELSON ROJAS OSORIO LA NACIÓN, NEIVA Ayer se cumplieron nuevamente los actos conmemorativos del asesinato del ex ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, a manos, según las autoridades, de las criminales organizaciones narcotraficantes, lideradas por Pablo Escobar en la década de los 80. En ese sentido su hijo, Rodrigo Lara Restrepo, presidió ayer algunos actos que se cumplieron en la Universidad Surcolombiana y donde se elevaron unos hechos académicos en nombre del recordado dirigente huilense. En diálogo con LA NACIÓN, Lara Restrepo se refirió a las actuales circunstancias del convenio de extradición, del cuál afirmó que se volvió muy flexible para los ‘mafiosos colombianos’, y aseguró además que la condecoración Rodrigo Lara debe ser convertida en un espacio más académico y menos político. La entrevista ¿Por qué ahora los narcotraficantes colombianos buscan la extradición con afán de negociar? ¿Se acabó aquello de mejor una tumba en Colombia que una cárcel en EE.UU.? Digamos que la mafia es un fenómeno relativamente nuevo en Colombia, ya que no tiene más de 40 años. Hablo desde que las mafias se organizaron como tal. Hace 35 años las mafias tenían la capacidad de sofisticarse, de mostrarse, hoy en día son menos ‘chabacanas’, son más discretos, digamos que entienden cómo llevar su negocio y no llamar mucho la atención. Pero por otro lado también entendieron el sistema judicial norteamericano, entendieron que ese sistema está basado en la negociación, en la aplicación de la pena sobre la base de la confesión, de la entrega de bienes y de la delación. Y desafortunadamente ahora lo que consiguen son penas muy bajas. ¿Qué hacer entonces? Eso lo que significa es que debemos restructurar ese tratado de extradición con Estados Unidos, debemos revisar ese tipo de colaboración que son importantes, nadie dice que no, pero nos obliga a pensar que lo mejor siempre será que nosotros estemos ya en la capacidad de someter y juzgar a dichos criminales. Mucho se habla hoy de la reunificación liberal ¿Qué piensa de ese tema? Como liberal me suena la reunificación liberal, sin embargo se tienen que ir dando las situaciones que permitan una representación de todos los sectores. El Partido Liberal es un universo, es un universo de muchas orientaciones, de personalidades y para eso se necesita un espacio donde todos quepan. ¿Y qué viene a cumplir Marcha Patriótica dentro del liberalismo? En el Partido Liberal existen unas tendencias de izquierda históricas, de una izquierda más radical, también histórica, eso ha sido la vitalidad del Partido Liberal, acá lo importante es que toda la discusión se dé con base en argumentos democráticos, con base en el Estado de derecho, desde ahí todas las posiciones son bienvenidas, mientras respetemos esos mínimos. ¿El Gobierno Nacional de Juan Manuel Santos habla de mucho apoyo en lo social y espera romper los esquemas históricos como por ejemplo la Ley de Tierras? Un académico que a mi me gusta es Albert Hirschman y el habla de la retórica de la intransigencia, es decir, la retórica reaccionaria, y para esa tesis toda reforma es útil, riesgosa o inane. Y fíjese usted, que son los mismos argumentos que utilizan o se emplean frente a cualquier reforma social. Cuando se hace la Ley de Reforma Agraria, cuando se piensa en entregar 100.000 viviendas gratis, siempre saldrán los sectores conservadores o reaccionarios a decir que esas reformas son populistas, que solamente buscan congraciarse con el electorado, pero que no tiene ningún efecto real sobre la situación de una sociedad. Entonces nada más importante que poner una buena energía para mejorar y perfeccionar las condiciones de las personas, y para eso se necesita una reforma agraria en un país de concentración de la tierra y en particular mucha de esa concentración ha sido auspiciada por la mafia. ¿Entonces lo de las 100.000 viviendas de Santos no es demagogia? Nada más importante que darles techo y un hogar a unas personas que no tienen cómo ahorrar, que no tienen la capacidad de poder clasificar para la actual política de vivienda. Nada más importante que darle a una persona un título de propiedad, porque cuando usted tiene un título de propiedad, usted se dignifica, usted entra en el comercio, usted entra al sistema financiero, usted queda con capacidad de crédito, usted existe, me parece que ese tipo de políticas son las que construye ciudadanía, le da razón al ejercicio de la política. ¿Pero no hay un riesgo al hablar de 100.000? De pronto el riesgo está en los anuncios. ¿Qué opinión le merecen los actos en homenaje a su padre? Un ejercicio muy interesante, el homenaje a Rodrigo Lara Bonilla se hizo en un ambiente académico, los planteamientos fueron académicos y para mí es muy grato poder estar en este tipo de escenarios. Yo creo que a Rodrigo Lara Bonilla hay que recordarlo como el académico que fue, como el profesor de Derecho, como el hombre que vivía inmerso en profundas discusiones académicas, en un constante debate de ideas y que vivía plenamente el debate público y el debate democrático. ¿Qué tesis de su padre usted sigue defendiendo? Yo quiero hacer énfasis en uno de los mensajes más importantes del pensamiento político de Rodrigo Lara Bonilla. Para él, el principio de las cosas, para combatir la corrupción, era la separación de la política de la administración pública. Era inspirado en lo que él pudo observar en el exterior, era lo que él pudo palpar en sociedades muy desarrolladas, la necesidad de crear un sistema de carrera administrativa, en donde los funcionarios no tuvieran que deberle su cargo, su permanencia y sus ascensos a los vaivenes políticos. Y sobre esto ha habido un gran desarrollo académico y con esto se han construido sociedades y sobre esto se han creado estados serios y eficaces en la ejecución de sus políticas públicas. ¿Qué ha pasado con la condecoración Rodrigo Lara? Yo quiero hacer una invitación para qué esta condecoración no se convierta en una rutina que pasa año tras año. Yo invitó a que esto se convierta en un lugar de encuentro y un lugar de reflexión, de la situación política del Departamento y sus expectativas. Debe ser un encuentro de nosotros como colectividad, de cómo debemos cambiar, sobre lo que tenemos que mejorar como sociedad, me parece que el contenido académico es muy importante. Yo creo que no podemos permitir que la condecoración sea un lugar de discursos vacuos, sino más bien un lugar de encuentro académico. Eso le da vitalidad y le da sobre todo contenido, y será una excelente forma de honrar la memoria de él que era un político, pero también era un gran académico. ¿Qué hay hoy de sus asuntos profesionales y de la política? Hoy estoy en la actividad gremial con Asomóvil, la organización de las tres compañías de telefonía móvil, llevo ya seis meses; también llevo acabo mis actividades personales y estoy en un momento de observación. De la política sigo mirando el robo de mi curul, fue un tema que me dolió mucho, porque lo trabajé con mucho esfuerzo. Lo mío fue una lucha contra la adversidad, porque lo mío fue una voz de oposición muy crítica. La demanda está en proceso del Concejo de Estado y sigo esperando. Luego seguiremos mirando. 
Rodrigo Lara Restrepo, presente ayer en Neiva en los actos conmemorativos de la muerte de Rodrigo Lara Bonilla.
