La Nación
Innovación pública 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Innovación pública

 

Juan David Huertas Ramos

 

Aceptar que la innovación pública es una necesidad implica asignarle una obligatoriedad que no tiene. Es decir, la innovación pública  antes de ser una necesidad deberá concebirse como el medio más efectivo para generar valor público.

En ese sentido, la innovación pública será el resultado de un proceso que desde la esfera institucional orquesta local e internacionalmente esfuerzos de los sectores sociales y empresariales, para solucionar problemas que involucran el bienestar general. Esto demanda la existencia de una cultura innovadora en la administración pública que fomente la innovación como marco de la acción pública estatal y no estatal en todos los sectores sociales.

Es importante disipar la relación de equivalencia entre innovación y creatividad, pues la innovación proporciona soluciones a problemas específicos, cuyo alcance puede ser radical, incremental o disruptivo, según sea el caso. La creatividad sirve de recurso a la innovación, pero no es innovación en sí misma. Por demás, la innovación puede lograrse en procesos, productos y servicios que marquen un hito en el mercado y/o en la sociedad gracias al uso del pensamiento creativo y de otros recursos.

Debe aclararse también que la innovación no implica, necesaria y exclusivamente, el uso y/o la generación de nuevas tecnologías como usualmente se considera, pues esta hace uso de la tecnología como medio y no como fin.

Ahora bien, la innovación privada difiere de la pública, en tanto la primera suele tener ánimo de lucro y la segunda propende por el valor público. Por ello, puede afirmarse que la innovación pública está íntimamente ligada con el desarrollo de los pueblos, tal como lo indica el 9no objetivo de desarrollo sostenible que se define así: “construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación”. Esto guarda sentido toda vez que se requiere que el porcentaje del PIB destinado a investigación, desarrollo e innovación en un país se traduzca en bienestar de la población.

Esto resalta la importancia de fortalecer políticas de estado en materia de innovación pública y que así se soporte el proceso de toma de decisiones en pro de resolver los asuntos públicos de forma inteligente, novedosa, simple y sostenible.

Entonces, el gerente público podrá enfrentar los problemas de orden social con enfoque innovador, teniendo en cuenta las herramientas que la gerencia privada pone a su disposición, tales como machine learning, big data, entre otras. Esto supone un reto trascendental en la gestión de datos que permite diseñar modelos de decisión, estrategias de intervención y planes de acción. Sin datos, la innovación se limita a la creatividad y la gestión pública a la oratoria. Esto requiere innovación jurídica que faculte la acción oportuna ante los problemas sociales que suelen exigir agilidad de parte de la institucionalidad.

Finalmente, es importante aclarar que la innovación pública no es exclusiva de los servidores públicos sino de aquellos actores sociales que pueden generar valor público con iniciativas novedosas y resolutivas, toda vez que en el centro del proceso de la innovación pública debe estar el ciudadano.