La Nación
La auto-defensa 1 5 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La auto-defensa

Cecilia López Montaño

Si algo se tiene en nuestro país es la historia no solo trágica sino terrible del costo que ha tenido la auto-defensa, gracias a la cual hemos sufrido en Colombia los pájaros y sobre todo los nuevos paramilitares. Anteriores a la guerrilla, estos grupos contratados por la “gente bien” de este país para defender sus propiedades, han dejado ríos de sangre, acaparamiento de tierras, desplazamiento forzado y miles y miles de muertos y desaparecidos. El monopolio de las armas por parte del Estado, es uno de los requisitos mínimos para que esta sociedad tan proclive a la violencia empiece a construir una paz sostenible y duradera. Eso lo entiende la mayoría de los colombianos, pero no los guerreristas muchos de los cuales se sienten nuevamente con el poder en sus manos para imponer de nuevo sus reglas y entre ellas, la necesitan de volver a justificar la “auto-defensa”.

Para aquellos que aún tienen dudas es necesario recodarles la trágica experiencia de Estados Unidos donde las masacres sobre todo de niños y jóvenes indefensos a manos de personajes llenos de problemas mentales y de odio, llenan permanentemente las páginas y las noticias de ese país. Pero realmente Colombia no solo necesita ver es experiencia sino mirar la propia historia de este país para evitar que esos capítulos donde la justicia se toma como responsabilidad de los ciudadanos, solo trae desgracias y muerte.

Por lo anterior es verdaderamente inexplicable que la mano del expresidente Uribe se vea de manera tan clara en ese decreto que revive la auto-defensa para las personas de bien. Pero además deja esa decisión en manos del Ministro de Defensa, personaje claramente guerrerista para quien las protestas y en general las expresiones de democracia que empiezan a vivirse en este país gracias al proceso de paz, solo ameritan represión.

Miedo, preocupación y rechazo es lo que sienten muchas personas en esta sociedad que lejos de regresar al pasado violento de nuestra historia, lo que desea en encontrar el camino correcto para llegar a la convivencia pacífica. El presidente Duque, que trata de proyectar una imagen amable no puede caer tan fácilmente ante esas voces de sirena que solo le traerán desgracias a esta sociedad todavía llena de dolor. Son muchas las mentes sensatas que le piden al presidente que no cometa ese terrible error de revivir la autodefensa como mecanismo de protección ciudadana.

Como claramente esa no es la visión y deseo de su mentor el expresidente Uribe, es hora de que el actual mandatario muestre ese talente que ha querido proyectar como un presidente demócrata para quien las armas deben ser de manejo exclusivo del Estado y no de individuos. No caiga en ese error histórico, por favor presidente Duque. Se lo piden los millones de demócratas que existen en esta sociedad. La dolorosa historia colombiana llena de guerras no le perdonaría que en su mandato se reviviera la violencia ahora en manos de ciudadanos clasificados de manera arbitraria como individuos de bien. Ojalá esta solicitud que muchos colombianos hacemos de distinta manera, no caiga en el olvido y se inicie así la nueva violencia en el país.