La Nación
COLUMNISTAS

LA BURBUJA DE LOS RESTAURANTES

Hasta hace pocos años era difícil encontrar en Neiva muchas alternativas al momento de ir a un restaurante. Solo tres o a lo mucho cuatro posibilidades habían en la ciudad. Era necesario que nuestra capital le apostara a aumentar la oferta del sector restaurador, no en vano una apuesta productiva es el turismo, y este se mide en gran medida por la calidad y variedad de restaurantes que tenga una ciudad.

Surgieron nuevos restaurantes, especializados en comida italiana, peruana, japonesa, mexicana y hasta fusión, todos de muy buen nivel, resultado de apuestas emprendedoras, novedosas y sin el apoyo del estado, lo cual resulta curioso, ya que por aquello de la apuesta productiva a que me referí anteriormente, uno esperaría condiciones y elementos que impulsaran al sector. Pero eso es tema para otra columna.

Muchos de estos innovadores tuvieron éxito en un mercado naciente, lo que generó un problema. La gente vio en el negocio de los restaurantes uno lucrativo, y equivocadamente pensaron que era sencillo, por lo que comenzaron a montar restaurantes por todos lados. Hoy en día existen tantos y tantas alternativas gastronómicas que sobrepasan la realidad del mercado, lo cual es grave para la ciudad.

El antes lucrativo negocio, se está convirtiendo por cuenta del exceso de oferta en uno difícil, complicado y de alto riesgo. Se ha generado una burbuja en torno al  sector, y lo grave es que la gente sigue pensando que es la alternativa de inversión más simple. Quien se gana una rifa, pensión retroactiva o consigue un inversionista con alguna capacidad de ahorro, decide montar un restaurante.

En el último año y medio, en Neiva se han abierto al menos 24 restaurantes de diferentes variedades. El problema es que el mercado se mantiene, no crece, y por el contrario con la crisis petrolera viene bajando. ¿Quién va a creer que con semejante sobreoferta de restaurantes, el negocio siga siendo negocio, si la población no aumenta en la misma medida y sus ingresos tampoco lo hacen?

Si se miran las ventas del sector restaurador o restaurantero por negocio, veremos que han decrecido, mientras sus gastos y costos crecen; los servicios públicos aumentan, el costo del personal igual y el valor de arrendamiento para estos negocios se incrementó en más de un 100%.

Si bien es cierto que este sector genera empleo y dinamiza la economía, también lo es que se está reventando por cuenta de la sobreoferta. Y mientras que toda persona, equivocadamente crea que para llenarse de plata, lo mejor es montar un restaurante en una ciudad inundada de estos negocios, la burbuja seguirá creciendo, y cuando se reviente, los efectos pueden ser nocivos para la salud de nuestra economía.