La Nación
La mano al dril 1 1 mayo, 2024
EDITORIAL

La mano al dril

Tras reconocer que el Fondo de Seguridad no tendrá en 2025 suficientes recursos que provienen del 5% que pagan los contratistas de obras públicas, la administración de German Casagua contempla un tributo pro-seguridad.

Se trata de una sobretasa a la seguridad ciudadana que representará –y hay que decirlo sin tapujos– que los neivanos tengan que meterse la mano al dril y pagar más en su recibo del impuesto predial.

Aunque está por determinarse el porcentaje del tributo, la administración municipal ha adelantado que la iniciativa está en un análisis por parte de la Secretaría Hacienda. La idea es que el proyecto de acuerdo que avale la imposición del tributo sea presentado en junio próximo a consideración del Concejo Municipal.

Según el secretario de Gobierno, José Ferney Ducuara, con la plata de la sobretasa a la seguridad ciudadana, los neivanos terminarían ayudando a pagar la construcción de la subestación de Policía en el corregimiento de San Luis o de la Unidad Permanente de Justicia, UPJ, o la instalación de más cámaras de seguridad, o el funcionamiento de los CAI de Policía a lo largo y ancho de la ciudad, o los planes para combatir la extorsión.

Antes que cualquier cosa, la administración Casagua deberá determinar si la aplicación de esta sobretasa tiene respaldo jurídico, es decir, si le es permitido hacerlo. Superado esto, el propio German Casagua tendrá que ser claro con los neivanos, contar en detalle cómo se aplicará el tributo, las repercusiones que tendrá en el bolsillo de la ciudadanía y el destino de los dineros recaudados.

Y lo más importante: Casagua tendrá que garantizar que la plata será manejada de manera transparente. Como es de dominio público, muchos recursos del Fondo de Seguridad tienen carácter reservado y en el pasado han servido para alimentar los ‘tentáculos’ de los políticos de turno.

La plata que recaude Casagua deberá ser administrada a la vista de todos los neivanos. Tendrá que prometer además que los dineros no terminarán tampoco financiando ‘elefantes blancos’.