La Nación
La violencia no se ha ido 1 26 abril, 2024
EDITORIAL

La violencia no se ha ido

En el año 2016, el Gobierno Nacional y las Farc firmaron un acuerdo de paz para poner fin a la guerra en el país. Lamentablemente, la violencia no se ha ido y casi cuatro años después, el Estado no ha podido combatir con eficacia el fenómeno de los asesinatos de líderes comunales, sindicalistas, campesinos, indígenas y excombatientes a lo largo y ancho del territorio colombiano.

Algeciras, cuna de la ‘Teófilo Forero’, una columna guerrillera que en la década del 2000 sembró el terror, le apostó a la paz. Sus habitantes, que han tenido que cargar con el estigma de esa cruda violencia, creyeron ciegamente que con el fin de la guerra, llegarían tiempos de reconciliación y prosperidad.

Tristemente, ni lo uno ni lo otro. Los anunciados dineros para la paz nunca llegaron y el problema de la violencia no se ha resuelto.

Los crímenes de líderes sociales, agricultores y excombatientes de las Farc siguen siendo una constante en Algeciras. Mireya Hernández, Jhon Fredy Álvarez, Esder Pineda, Saúl Rojas Álvarez y Carlos Monroy, hacen parte de ese listado de personas que han muerto durante los primeros cinco meses de este año a manos de sicarios motorizados.

Aunque las autoridades huilenses se han comprometido a esclarecer esos asesinatos, los resultados de las investigaciones no han sido tangibles.

En últimas lo que está pasando en Algeciras es el reflejo de la falta de inversión social y de oportunidades para el campo en muchas poblaciones del país afectadas por la violencia del pasado. “El proceso impulsado por el expresidente Juan Manuel Santos tenía, en esencia, el propósito de transformar el campo, llevar al Estado hasta el último rincón del país y poner en marcha una profunda transición de Colombia. Esas son las premisas que, aun a largo plazo, pueden sentar las bases para el fin real de la violencia. Mientras tanto, es urgente que las autoridades refuercen los mecanismos de protección de los líderes sociales para evitar más asesinatos”, escribió el miércoles pasado El País de España.

 

“El Estado no ha podido combatir con eficacia el fenómeno de los asesinatos de líderes comunales, sindicalistas, campesinos, indígenas y excombatientes a lo largo y ancho del territorio colombiano”