Debido a la fuerte política monetaria contractiva desplegada por el Banco de la República para frenar la inflación, durante el segundo trimestre del presente año el Producto Interno Bruto creció apenas un 0.3% anual. De las 12 actividades principales, 5 decrecieron.
Tras revelar el Dane que el Producto Interno Bruto (PIB) del país durante el segundo trimestre del año continuó creciendo, pero lo hizo solo en un 0.3% (en su serie original), la Anif analizó los resultados sobre lo que está sucediendo con la economía del país y lanzó estimaciones sobre lo que vendrá para lo que resta del 2023.
Destaca la Anif que es evidente que la fuerte política monetaria contractiva desplegada por el Banco de la República ha sido efectiva en controlar la inflación, pero también en desalentar el acceso a crédito y resentir el crecimiento económico. En suma, esperan que haya un recorte en las tasas de interés, lo cual sucedería en los próximos meses.
Resalta que, a pesar del decrecimiento económico del mes de abril, el trimestre cerró en terreno positivo con una variación de 0.3%, pero que ese dato contrasta con la fuerte expansión de 12.2% del mismo periodo del año anterior y el 3.0% del primer trimestre de 2023.
Por actividades, las que mantuvieron la economía a flote fueron las actividades de administración pública, salud y educación, las actividades artísticas y la minería.
En cuanto a la actividad de administración pública, la preparación de la jornada electoral en conjunto con la aplicación del pago retroactivo del incremento salarial del sector público, incrementaron la remuneración y con eso el valor agregado. Así mismo, los servicios de salud han venido en franco aumento por la apertura de nuevos centros médicos y el incremento en la prestación de servicios ambulatorios.
En cuanto a las actividades recreativas, los juegos de azar siguen liderando los crecimientos en la actividad, seguidos servicios recreativos.
Y por último, la minería tuvo un destacado comportamiento positivo de 3.8%, explicado por el crecimiento de la producción de petróleo crudo que se expandió 3.6% y el mineral de oro con un 13.6%. Lo contrarrestó la caída del gas natural con una contracción de 5.6%.
Decrecen
Ahora bien, otras no van bien y preocupan. Tal es el caso de la industria, la construcción y el comercio y turismo que se ubican en terreno negativo. Por parte de la manufactura, renglones como el de la fabricación de textiles e hilatura fueron los más afectados por la fuerte reducción en la demanda. Además, en lo que respecta a la construcción, las obras civiles decrecieron 17.9% y restaron velocidad al sector que había registrado un buen comportamiento en las edificaciones.
Por el lado de la demanda, para la Anif llama fuertemente la atención la contracción de la inversión, que en total cae un 24%. Ahí resalta principalmente la caída de la maquinaria y equipo con un -13.4%, seguida de otros edificios y estructuras con -7.1%. Eso se debe a que la industria está en terreno negativo y las importaciones caen, particularmente en la línea de aparatos eléctricos y toda serie de maquinaria que habitualmente importa el país. Además, se observa una fuerte desacumulación de las existencias implícitas que representan cerca de 1.25% del producto.
Por su parte, el consumo privado creció por encima de la economía. No obstante, se registraron algunos decrecimientos por durabilidad; en el caso de los bienes durables, registraron una contracción de 13.9% y para los semidurables fue de 7.6%. Eso está relacionado con la caída generalizada de la inversión, en particular, de la maquinaria de equipo. De otro lado, por finalidad los mayores crecimientos corrieron por bienes y servicios diversos y educación. En cuanto al consumo público, el cierre de los gobiernos locales ha promovido la ejecución de presupuesto y coincide con el ciclo natural previo a las elecciones.
En total, 5 de las 12 actividades económicas presentaron crecimientos negativos, donde se destaca el sector secundario (construcción e industrias manufactureras) que fue el de mayor caída. De acuerdo con la Anif, eso preocupa porque son sectores estratégicos para la economía por sus encadenamientos y su capacidad de generar empleo.
Sin embargo, en departamentos como el Huila la mayor generación de empleo no está en la construcción e industrias manufactureras, es el sector primario el mayor generador de empleo, pero, precisamente el sector agropecuario continúa en terreno negativo, lo que mantiene las alertas de la Anif por la llegada del fenómeno de El Niño que, según los expertos reducirá el nivel de embalses y comprometerá los rendimientos de los cultivos.
Fuente: Dane.