Le pidieron su cabeza (el presidente Juan Manuel Santos), pero él no renunció. Entonces, la Presidencia de la República optó por retirarlo del Ejército el jueves pasado.
El general Mauricio Enrique Forero, exjefe de Inteligencia del Ejército, habló con LA NACIÓN. Denunció que su cabeza la pidió desde La Habana, Cuba, alias ‘Timochenko’, y que el presidente Santos la entregó. “Querían pasarme una cuenta de cobro porque di de baja a Alfonso Cano”, expresó. “El Gobierno entregó al General que ha dado excelentes resultados al país como un trofeo de guerra”, añadió.
General, las Fuerzas Militares lo desmintieron. Dijeron que ellos no tienen la potestad para declarar una baja en el Ejército, manifiestan que es una discrecionalidad del Gobierno. ¿Qué opina?
Correcto. Eso está claro, por eso digo que mi general Juan Pablo Rodríguez me solicitó el retiro del servicio activo, me pidió que lo hiciera de manera voluntaria por petición del presidente Juan Manuel Santos. Vuelvo y recalco: fue el señor Presidente quien dio la instrucción de retirarme.
¿Con qué razón?
Yo pienso que la única razón fue haber golpeado duramente al secretariado de las Farc, a varios cabecillas de esta organización terrorista y tuvo que haber pedido mi cabeza el secretariado de las Farc. Y la base de esta información es una comunicación estratégica entre dos cabecillas de las Farc. Hablo de ‘Mauricio, el Médico’ y ‘Timochenko’, el máximo comandante de la guerrilla. El ‘Médico’ le reporta que ya hablaron con María Jimena Duzán (periodista) y con el artículo que iba a salir en la revista Semana yo me iba a caer, como exactamente ocurrió.
Cómo así, explíqueme el último pedazo…
Hay una comunicación estratégica entre dos hombres del secretariado de las Farc. Esa comunicación la maneja el jefe de Inteligencia del Comando Central de las Fuerzas Militares: general Martín Nieto Nieto. Él me da a conocer esa comunicación, él me la muestra desde su celular, me deja ver la transcripción. Mauricio el ‘Médico’ es quien habla y le dice a ‘Timochenko’ que ya hablaron con María Jimena Duzán y con el artículo que va a salir el generalito Forero se tiene que caer. Esa comunicación es del 26 de septiembre y qué casualidad: el 27 de septiembre sale el documento o el informe periodístico de Semana.
¿Usted, como jefe de Inteligencia, conocía de Andrómeda, la sala de escuchas ilegales del Ejército?
No, nunca conocí de Andrómeda, yo era el director de la Central de Inteligencia del Ejército, la que maneja la parte humana, Andrómeda era de otra central de inteligencia, la técnica, la del general Andrés Zuluaga. Él era el comandante, él sí conocía, lo mismo que mi general Zúñiga, además de todo el personal que laboraba allá. Yo conocí de Andrómeda cuando salió en la revista Semana, de resto no sabía del tema.
Si no conocía de Andrómeda, ¿cómo Timochenko habría querido tumbarlo a usted con un artículo en Semana sobre ese tema…?
No, en el artículo ‘Timochenko’ y el ‘Médico’ hacen referencia a la pieza periodística que saldrá ese fin de semana en la revista Semana, no hablan de Andrómeda, hablan de unos documentos secretos que supuestamente yo había filtrado en el 2007 y 2009, época en la que yo no estaba en la central de inteligencia del Ejército. Es decir, no estaba en el lugar de los hechos. Y ahí- cuando se da el escándalo de Andrómeda- es cuando se me ordena asumir la jefatura de inteligencia ya que trasladaron a dos generales del Ejército.
Esa información que salió en Semana y con la que Timochenko pretendía tumbarlo, ¿de qué era?
Eran de dos temas: los documentos secretos que tenía el hacker Andrés Sepúlveda, órdenes de batalla del enemigo, conteo del enemigo- el que hacen todos los años las fuerzas militares-. Eran de 2007 y 2009 y yo no trabajaba en la central de inteligencia. También, hablaban de otro artículo en Semana y hacían referencia a que desde la oficina donde yo trabajaba- en la sala gris- donde yo estaba de comandante-, se estaban interceptando las comunicaciones de Humberto De La Calle y otros delegados del proceso de paz. Eso es falso, si bien es cierto que había una sala gris, esas salas solo tienen la capacidad de escucha y no de interceptación.
Es decir, ¿la intención de la guerrilla era mostrarlo a usted como el General que había adelantado y filtrado esas chuzadas?
Correcto. La comunicación tiene fecha el 26 de septiembre y la revista Semana sacó la publicación el 27, y con los dos artículos…ahí está revelada la estrategia: el máximo cabecilla con otro bandido del secretariado diciendo que yo me tenía que caer con ese artículo, como efectivamente ocurrió: me caí con esos artículos y después con otra infamia de una lista de correos, de periodistas, otras porquerías porque esa es la única palabra que tienen y que se hacían en la central de inteligencia. Ese día que salió ese escándalo fue la inspección del Ejército y fue la Fiscalía General de la Nación, verificaron todos los computadores de la central de inteligencia y se dieron cuenta que esa USB con la que Semana dice que era hecha en la central de inteligencia, nunca estuvo allí, era una infamia. Y yo me caí, me sacaron del cargo de jefe de inteligencia del Ejército el 10 de octubre. O sea, se cumplió lo que dijo Timochenko. La comunicación entre los guerrilleros fue el 26 de septiembre, la revista sale el 27 de septiembre y yo me caigo el 10 de octubre.
¿A usted le parece justo que después de haber dado de baja a Alfonso Cano le digan adiós?
Injusto, el General que más ha golpeado a la estructura de las Farc en toda su historia he sido yo. Ahí están todas mis operaciones, le di el golpe más importante al país en más de 50 años de lucha contra las Farc: la baja de Alfonso Cano con la operación Odiseo, una operación de infiltración y penetración, así como otras que hice. A todos esos bandidos que están sentados en la mesa de negociación, los hice bombardear. Y cayó su seguridad personal. Hablo de Joaquín Gómez, de Carlos Antonio Losada, Pablo Catatumbo, Romaña, Fabián Ramírez, les golpeamos duramente los bloques, los frentes, los comandos conjuntos centrales. Todo gracias al valor de mis hombres a lo largo y ancho del territorio nacional.
¿Qué opina de la Operación Andrómeda?
Jamás la conocí, me enteré por las noticias. Sin embargo, el responsable de esa operación es el general Zúñiga y Zuluaga, además del coronel Solano, comandante del Batallón de Inteligencia. Todo ese personal tiene responder. Todos esos oficiales de la Operación Andrómeda (de escuchas ilegales), perdieron la prueba del polígrafo. Algo raro tenían que estar haciendo, independientemente de la legalidad o ilegalidad, todos perdieron el polígrafo. Y eso lo pueden verificar por las inspecciones que adelanta el Ejército y la Fiscalía General de La Nación.
¿Y siguen en el Ejército?
Claro, siguen en el Ejército. Entonces, que respondan quién creó Andrómeda, qué estaban haciendo.
¿Qué opina del hacker Andrés Sepúlveda?
No sabía que existía, me enteré por los medios de comunicación. Entonces, todas esas son imputaciones falsas, no conocí al hacker, tampoco a Andrómeda, en la sala gris no se podía hacer lo que se dice. Y por la sala gris respondía la Fiscalía General, y en la que yo estaba no se podía interceptar, solo era una sala de escucha. Los únicos que interceptan es el Sistema Esperanza de la Fiscalía y está ubicado en el Bunker. Y si dicen que hubo interceptaciones a los delegados del proceso de paz, pues están todas las grabaciones en el Bunker, que miren si son diez o mil grabaciones, pero que las saque la Fiscalía porque es responsabilidad de ellos.
¿Qué opina del proceso de paz, se lo pregunto porque dicen que usted chuzó a sus delegados del proceso?
Siempre lo he apoyado, creo en ese proceso, pero lo que estoy viendo y por la infamia que me hicieron de entregarle la cabeza a la guerrilla del general que más los ha golpeado, es lo que no se debe hacer. Y me están negociando, esta es una negociación que hicieron por debajo de la mesa de diálogo, me entregaron después de haber dado tantos golpes.
¿Usted habló con el presidente Santos del tema?
Sí hablé con él en Pekín, yo estaba allá de agregado de Defensa ante la República General de China, llegué el 17 de febrero, él venía de Filipinas. Le dije: ‘Presidente, estoy enterado de la estrategia de las Farc que me quieren hacer retirar de la institución por los golpes que he dado, le pido el favor que hable con el ex ministro Juan Carlos Pinzón, el general Juan Pablo Rodríguez que me conocen. Por favor no vaya a cometer una injusticia y menos con el hombre que le dio uno de los principales golpes en la historia de las Farc’. Y él dijo que hablaría con el Ministro, le dije que con Pinzón, no con Luis Carlos Villegas porque con él no he trabajado (porque estaba agregado en China), y cuando llego de la Comisión, el general Juan Pablo Rodríguez me informa que hay una petición de carácter político del presidente Juan Manuel Santos y es que yo pidiera la baja voluntaria. Yo le digo que no porque es una estrategia de las Farc.
¿Usted podría mirar a los ojos al general Juan Pablo Rodríguez, Comandante del Ejército, y reafirmarle sus denuncias?
Claro que sí, podría mirarlo a los ojos y ratificar lo que él me dijo: que mi salida era una decisión de carácter político del presidente Juan Manuel Santos. Lo puedo mirar a los ojos, como puedo mirar a los ojos al general Nieto, quien fue el que me mostró la comunicación estrategia donde se observaba el plan de las Farc para tumbarme.