La Nación
Lo que la corrupción nos dejó 1 27 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Lo que la corrupción nos dejó

Jorge Fernando Perdomo

Hace algún tiempo, en informes publicados por el comunicador Mauricio Gómez y el periodista de la Nación, Ricardo Areiza, realizaron un minucioso y descarnado reportaje sobre la manera como el Huila, ocupaba el primer lugar en la lista de departamentos despilfarradores de los recursos provenientes de las regalías.

Desde 1970 y durante todos esos años de bonanza, cuando llegamos a recibir más de un billón de pesos por cuatrenio, fuimos la tercera región receptora de recursos provenientes de regalías.

La pregunta es ¿si logramos cumplir las metas?

Parece que no, pues en el índice de competitividad de la Nación, seguimos ocupando lugares relegados a regiones que no han tenido las oportunidades de nuestro departamento.

La fama de “manirrotos”, expresada de manera poética por Sofía Gaitán en su letra mítica del sanjuanero huilense, cuando canta, “carambas, que me vuelvo loco”, “felices vienen y van, sin pensar en el dinero”; parecería haber cobrado vida en el talante pauperizador de las administraciones que han dominado el destino huilense de los últimos tiempos.

Es una premisa absoluta que corrupción es también la no correcta administración de los recursos.

Si bien es cierto, el acto legislativo 05 de 2011, pretendió garantizar el principio de equidad social y regional, y con ese cuento nos menospreció en el manejo de esos ingresos, también es verdad que nos quedó grande la ejecución de obras de primer orden que hoy son un monumento a la desidia por la ignorancia en la estructuración de los proyectos, por las malas decisiones para seleccionar a los ejecutores y seguramente por algo más.

Aquí, cabe preguntar entonces, qué hicieron las arandelas de exceso democrático que el acto legislativo 05 le puso a la repartición.

Esas entidades burocratizadas, creadas para calificar la procedencia de los proyectos regionales, se han convertido en una permanente frustración, por unas metodologías cada vez más difíciles de implementar y que solo resumen los caprichos de unos encorbatados burócratas de escritorio, quienes son finalmente los que determinan la pertinencia de los anhelos de una región.

El presidente Duque anunció corregir la inequidad e injusticia que para las regiones significó el acto legislativo 05 en una pequeña proporción, de lo cual estamos pendientes.

Pero a esa dirigencia que aceptó con sumisión extrema el despojo de nuestros recursos le decimos que es hora, de reclamar con un nuevo liderazgo, una mayor participación regional en la distribución de lo que nos da la naturaleza. Es hora de reclamar erguidos, el derecho a una distribución distinta y más equitativa para las regiones productoras que padecen las consecuencias ambientales y sociales de la explotación.