Tres miembros de la banda delincuencial ‘Los Suzuki’ en Pitalito, deberán pagar 21 años de cárcel. Audios telefónicos y declaraciones de víctimas, fueron pruebas claves en el juicio oral en contra de Joiner Mauricio Bolaños Gaviria, Carlos Sambony Sterling y Ferney Calderón Bravo, miembros de la organización criminal. “Existió división de funciones. Unos eran los que las hurtaban para no ser reconocidos o identificados; otros eran los que negocian con las víctimas…”, dijo el juez.
La banda delincuencial los ‘Suzuki’ no solo se dedicaba a robar motocicletas en el municipio de Pitalito y poblaciones aledañas, sino que cobraba a sus dueños para devolverlas o las desguazaba para vender sus partes, o en otros casos vendían los vehículos. También robaban pertenencias de las víctimas.
La vida delictiva de la empresa criminal quedó al descubierto con su desarticulación y juicio oral en el que estuvieron Joiner Mauricio Bolaños Gaviria, Carlos Sambony Sterling y Ferney Calderón Bravo, quienes terminaron condenados por el Juez Primero Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento.
Ya varios de los miembros de la organización, liderada por Jazmany Samboní Sterling, alias ‘La Bruja’, habían llegado a preacuerdos con el togado y recibieron penas de prisión.
La Fiscalía manifestó que la banda fue creada con la finalidad de cometer delitos de hurto de motocicletas en sus diferentes modalidades en el municipio de Pitalito y otros aledaños, habiendo perpetrado durante el periodo comprendido entre el 31 de agosto de 2015 y el 29 de abril de 2016.
Agregó que para perpetrar los robos, no solo de las motocicletas, sino elementos de valor, como teléfonos celulares, dinero e inclusive hurtos a residencias, empleaban insultos, fuerza física, armas de fuego y cortopunzantes.
Una vez los delincuentes hurtaban las motocicletas, en algunas ocasiones llamaban telefónicamente a los cabecillas de la banda para que les indicaran el lugar de la caleta en donde esconderían el velomotor.
Además de liderar las negociaciones y determinar el monto del dinero que sería exigido a las víctimas para devolverles la motocicleta; también lo hacían directamente con las personas que cumplían la función de caleteros o llevaban las motocicletas directamente a quienes cumplían la función de desguazadores o desarmadores para ser vendidas por partes.
El fiscal agregó que luego de realizar el hurto iniciaban su intervención, los intermediarios para tomar contacto con las víctimas para exigirles el pago de cierta cantidad de dinero que generalmente oscilaba entre $300.000 a $3.000.000 por el rescate de las motocicletas.
Indicó que en otros casos, las víctimas, para que les ayudaran a ubicar y recuperar sus bienes, contactaban directamente a estas personas intermediarias, y entonces estas se comunicaban vía telefónica con Jasmany, el jefe de la banda, y este a su vez procedía a comunicarse con sus coordinadores, y estos a su vez se comunicaban con los demás integrantes de la banda y cuando ya tenían localizado el ciclomotor volvían a contactarse con Jasmany para que este estableciera el valor en dinero que debía pagar el propietario de la motocicleta por la devolución del mismo.
“En muchos de estos casos, cuando el propietario del motociclo lo recuperaba, este había sido desvalijado o le habían cambiado gran parte de las piezas originales que tenía antes de ser hurtado para reutilizarlas en otras motos; o finalmente, cuando los propietarios no accedían a pagar el dinero exigido, eran comercializadas con sus sistemas de identificación alterados y documentación falsa”, explicó el fiscal.
Roles
En desarrollo de la investigación e interceptaciones telefónicas, las autoridades lograron establecer que Bolaños Gaviria, alias ‘Bicho’, desempeñaba un rol de liderazgo, daba instrucciones a los demás miembros de la banda de cómo debían actuar, qué rutas tomar y cómo debían ocultar las motocicletas hurtadas.
“Participó directamente en las conductas punibles descritas en el escrito de acusación como eventos, números: 21, 32, 33, 36, 43, 47 y 52, también relacionados con el mismo número en los hechos que se especifican como estipulados en esta sentencia”, señaló el delegado de la Fiscalía.
Sobre Calderón Bravo, alias ‘Fercho y Chocha Gringa’, agregó que según los audios de las interceptaciones desempeñaba un rol de coordinador, determinaba y contactaba a los miembros encargados de realizar el hurto de las motocicletas, celulares y dinero mediante fleteo, fijaba los lugares en donde se ocultaban las motocicletas, compraba y vendía las motocicletas hurtadas utilizando documentos falsos, o las desguazaba y vendía sus partes como repuestos, cobraba el dinero exigido por la devolución de las mismas, y vendía o prestaba armamento a los integrantes del grupo delincuencial.
“Participó directamente en las conductas punibles descritas en el escrito de acusación como eventos números: 5, 6, 7, 11, 12, 30, 33, 34 y 35, también relacionados con el mismo número en los hechos que se especifican como estipulados en esta sentencia”, indicó el fiscal.
Señaló que Sambony Sterling, era colaborador de las acciones de su hermano Jasmany Sambony Sterling, ocultaba las motocicletas hurtadas, hacía entrega de las mismas y compraba y vendía partes de las motos hurtadas. “Participó directamente en la conducta punible descrita en el escrito de acusación como evento número: 15, también relacionado con el mismo número en los hechos que se especifican como estipulados en esta sentencia”.
Pruebas y testimonios confiables
El juez manifestó que el modus operandi de la banda delincuencia llamó la atención de las autoridades y requirió de su especial intervención debido al alto número de víctimas que acudieron a denunciar oportunamente lo acaecido, sin desconocer que muchas otras no lo hicieron.
Indicó que debido a la estructura de la organización criminal, existió división de funciones. “Unos eran los que las hurtaban para no ser reconocidos o identificados; otros eran los que negocian con las víctimas, es decir, los llamados intermediarios; otros eran los que las ocultaban o encubrían, esto es, los llamados caleteros; y finalmente otros eran los que cobran y entregan la motocicleta, pero si no se restituían, otros eran los encargados de pintarlas, venderlas o desguazarlas”.
Precisó que los dos procesados eran dentro de la organización quienes proveían las armas como elemento fundamental utilizado “como instrumento para cometer las conductas punibles, así como los demás elementos que se requirieran para lograr su fin delictivo”.
Agregó el operador judicial que las pruebas recaudadas en desarrollo de la investigación y técnicas desplegadas para la identificación e individualización de los responsables, una vez analizados de manera individual y en conjunto “concuerdan con precisión y acreditan los datos objetivos tenidos como debidamente probados…”.
Añadió que las pruebas concurren a establecer con certeza la responsabilidad de Joiner Mauricio Bolaños Gaviria, Ferney Calderón Bravo y Carlos Sambony Sterling en la comisión de las conductas como integrantes de la organización delincuencial ‘Los Suzuki’.
El juez señaló que los relatos de los investigadores son claros, coherentes, desprovistos de algún interés de querer faltar a la verdad o animadversión para perjudicar a los acriminados. “Son los que permiten colegir de manera clara y cierta la participación activa en la ideación, planeación y ejecución de estos graves y reprochables comportamientos atentatorios contra la seguridad pública y el patrimonio económico que afectó un gran número de ciudadanos de bien…”.
Sostuvo que se llegó al convencimiento de la responsabilidad de los acusados, teniéndose una prueba de cargo confiable que corresponde objetivamente a lo acontecido y establecido con los testimonios y labores investigativas, ya convertidos en verdadera prueba. “Se desprende el compromiso o responsabilidad que tienen los aquí enjuiciados Joiner Mauricio Bolaños Gaviria, Ferney Calderón Bravo y Carlos Sambony Sterling en la comisión de las conductas punibles, motivo de acusación”.
Condena
El togado, luego de analizar cada una de las pruebas documentales y técnicas, además de los testimonios de los investigadores y víctimas, encontró que los tres acusados eran responsables de los delitos por los que fueron investigados.
Así las cosas, el juez encontró a Joiner Mauricio Bolaños Gaviria, Ferney Calderón Bravo y Carlos Sambony Sterling, como coautores responsables de los delitos de hurto calificado y agravado, extorsión agravada, concierto para delinquir para cometer delitos de extorsión y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
Los condenó a la pena de 21 años de prisión y una multa de 4.700 salarios mínimos legales mensuales vigentes. ($4.700.000.000).