La Nación
COLUMNISTAS

Mentiras de la reforma a la salud

Esta es la peor reforma a la salud sin duda, pero además la de las mayores trampas para engañar a los colombianos. Al no considerarla como un derecho fundamental, lo cual garantizaría el acceso en iguales condiciones a todos los ciudadanos; sino que va a continuar siendo manejada como un lucrativo negocio, en el que al menos para el régimen subsidiado sería preferible evitar la intermediación de los privados. Pues es tan rentable, que hasta quienes legislan a favor de estas reformas son los mayores accionistas.

El presidente Juan Manuel Santos y su ministro de salud mienten. El primer día del trámite de la reforma aseguraron lo siguiente:
1. Que “se acabarían las EPS”, y lo que hicieron fue cambiarles de nombre. (A gestoras de salud). También agregaron que “la salud no será un negocio”, cuando las intermediarias financieras (EPS o gestoras) mantendrán una larga vida y unas ganancias exageradas, por cerca de seis billones de pesos al año, además de lo que reciben por la administración. Con estas grandes cantidades de dinero a las que para ser ecuánimes habría que sumarles los que por abusos y exigencias innecesarias de los mismos usuarios se restan al sistema ¿cuánta salud no podríamos financiar?

2. Que controlarían el precio de los medicamentos. Pero en la conciliación, se definió que solo “se regularán los precios de los medicamentos hasta la salida del proveedor mayorista”, lo que quiere decir que las trasnacionales, con toda seguridad, les mantendrán los precios que se les antojen a los consumidores finales, ¡que somos los usuarios¡.

3. Que mejoraría el POS que hoy enferma y mata por lo escaso de los derechos que otorga; lo que hicieron fue cambiarle el nombre. (Mi plan), y hacerlo aun mas rígido. Y engaña al afirmar que la tutela sigue vigente, cuando ésta puede ser fácilmente bloqueada mediante el perverso mecanismo de la sostenibilidad fiscal.