La Nación
Miscelánea legislativa 1 16 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Miscelánea legislativa

Rodrigo Villalba Mosquera

El pasado martes entró el Congreso en su último año del periodo legislativo, y arrancaron con vistosas y variadas iniciativas, como en botica, buenas, regulares y malas, algunos micos y uno que otro esperpento, de todos los colores y sabores que sin duda alborota el cotarro político en un año electoral.

Como lo denuncié en esta misma columna aparece un Acto Legislativo presentado por una serie de Representantes -la mayoría de origen conservador- proponiendo extender los periodos del presidente de la República, Congresistas, Magistrados, entre otros, hasta el 2024, una ‘ñapita’ de dos años, que se desinfló porque la mayoría de sus autores, ante el oso público se retractaron. Aparece también otro proyecto de iniciativa del copartidario Chacón, quien plantea que las elecciones del próximo año no se aplacen, y se incluya un artículo sobre “unificación de elecciones”. Al respecto reitero que unificarlas es una afrenta a la Carta Política, que sabiamente desligó la elección parlamentaria de la presidencial.Definitivamente son iniciativas impopulares, inviables políticamente e inconstitucionales.

Otro proyecto polémico que presentarán partidos afines al gobierno busca autorizar coaliciones en el Congreso. La Constitución Política permite esta figura para presidente, gobernadores y alcaldes, no para Congreso, con excepción de sectores pequeños. Lo que buscan es que los grandes partidos también puedan armar “grandes bloques polarizantes”.

Levantó polvareda la iniciativa de Ley de la senadora Cabal, donde a raiz de la inseguridad reinante del país, se permita el porte de armas de ciudadanos, quienes se sienten amenazados en su vida, honra y bienes, hacia afuera puede pintar bien, pero hacia dentro no, menos en un país democrático y civilista donde el monopolio de las armas está en cabeza del Estado exclusivamente.

Con mi autoría, la del senador Velazco y de la bancada del Partido Liberal nuevamente presentamos el proyecto de congelamiento de salarios de los congresistas y altos funcionarios del Estado en búsqueda de achicar la brecha frente al incremento salarial que cada año es odiosa en un país tan desigual como Colombia.

Viene luego la reforma fiscal, que tiene justificación desde el punto de vista de la hacienda pública porque con el exceso gasto en pandemia, el hueco fiscal es enorme y las finanzas de la Nación están amenazadas por una posible mala calificación de las calificadoras de riesgo. Necesitamos sabiduría, entereza y trabajar por la línea de la conveniencia de país, en defensa de los sectores populares como no permitir IVA a los artículos básicos de la canasta familiar.

Como ustedes ven la agenda es disímil, pero de esto el Congreso no se puede sustraer y por lo mismo veremos grandes y acaloradas discusiones, las que se verán acentuadas en un año preelectoral y en un país polarizado como nunca.