Tras el plantón realizado por la comunidad del barrio Sevilla, que se opone a la ubicación de casetas en el pasaje peatonal ‘José Eustasio Rivera’, los artesanos manifiestan que necesitan un espacio para continuar con su labor.
Continúa la polémica por la ubicación de las casetas en el pasaje peatonal ‘José Eustasio Rivera’ de la ciudad de Neiva, mientras los residentes del barrio Sevilla de la comuna Tres piden que sean retiradas, los artesanos solicitan un espacio para trabajar.
El pasado lunes, la comunidad salió con carteles a protestar, indicando que debían ser removidos los módulos que se colocaron por parte de la Alcaldía en este sector, asegurando que podría aumentar la inseguridad en la zona y promover desorden con las ventas ambulantes afectando a sus residentes.
Sin embargo, los artesanos, que tuvieron que salir del Malecón del rio Magdalena en mayo, donde se están llevando a cabo obras de remodelación, que están suspendidas desde el mes de septiembre y serían retomadas en la segunda semana del mes de enero. Este proyecto tiene un costo cercano a los 7.000 millones de pesos, con recursos aportados por la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Neiva.
Lucy Quinayas, trabaja con el café, ella es una de las emprendedoras que reclama un espacio para laborar, es madre cabeza de hogar y desde hace 9 años trabajaba en el Malecón. Ella, expresó que si bien, la comunidad “tiene derecho a quejarse”, los artesanos “necesitan trabajar”.
“La comunidad tiene razón, porque las cosas sin organización no funcionan, pero tampoco somos los arrastrados, no merecemos ese estigma que tiene la gente, debemos buscar nuestra solución económica, tienen que ser más flexibles, más humanos, porque somos personas decentes, se deben hacer compromisos”, indicó Quinayas, que lleva nueve años trabajando en el Malecón.
“Nosotros nos salimos voluntariamente del Malecón y se firmó un acuerdo donde el alcalde, Gorky Muñoz se comprometió reubicarnos. Además, eso es peatonal a mi me parece bueno que se ocupe, eso no lo está usando nadie. No estoy contenta con ese traslado a esa zona, pero necesitamos un espacio para trabajar”, añadió.
Desde hace once años, Dioselina Polania trabaja las artesanías en bambú, guadua y porcelanicron y luego de cerrar el Malecón tuvo que dedicarse a fabricar tapabocas
“Afortunadamente Dios es muy grande y recibimos ayudas del municipio y estuvo haciendo tapabocas con mi máquina de coser, para poder sostenerme económicamente”, dijo.
Sobre el traslado al pasaje peatonal ‘José Eustasio Rivera’ dijo que “es incierto el futuro que tendremos en ese sector, no sabemos cómo nos vaya a ir, esperamos que se puedan mejorar la situación y resolver los gastos personales, porque entonces nos va a dar lo mismo”.
“Necesitamos trabajar, porque ya nosotros llevamos varios meses sin poder trabajar, ellos tratan de darnos una solución, aunque entendemos que las cosas no son fáciles para ninguno, pero pues vamos a tener que estar ahí unos meses, mientras se termina el Malecón y esperamos que la situación generada por esta pandemia mejore, porque si no se arregla, pues no vamos a lograr nada, todos tenemos necesidades y obligaciones. Sabemos que se verán afectados los residentes del sector, entendemos porque no faltará el que haga desorden, pero hay gente que trabajamos de manera honrada”, finalizó.
