La Nación
COLUMNISTAS

No quieren muertos pero piden guerra

El pasado 15 de abril fueron asesinados 11 militares y 19 resultaron gravemente heridos en un ataque aleve de las farc, con el cual traicionan nuestra  confianza en su autoimpuesto cese al fuego unilateral. Dolor e indignación generalizada causo este episodio  y no es para menos, murieron 11 militares, 11 colombianos, 11 seres humanos, por causa de esta guerra absurda que cada día nos divide y polariza más. Esta masacre despertó un fervor enorme y un deseo de guerra solo concebible en la mente de quienes no están de acuerdo con el proceso de paz adelantado en la Habana, de quienes dicen que no quieren  muertos pero piden guerra, de quienes  piden que regrese Uribe, que vuelvan los paramilitares,  y repiten como loras: “prefiero la guerra de Uribe que la Paz de santos”. Me indigna escuchar este tipo de clamores, como si no fuera suficiente la sangre derramada, me  duele la muerte de cualquier colombiano pues todos son hijos de la misma patria, todos son seres humanos, y todos tiene familias que los lloran. El repudio y dolor generado la semana anterior debe llevarnos a indignarnos  de igual manera por todos los muertos que ha dejado el conflicto armado: militares, defensores de derechos humanos, sindicalistas, guerrilleros, militantes de izquierda, campesinos,  paramilitares, mujeres, políticos, empresarios, niños y niñas. Nada logramos llorando los muertos de la fuerza pública, celebrando la muerte de guerrilleros, y siendo apáticos e inhumanos frente a las miles de personas que mueren por la violencia, la búsqueda de la paz debe ser un compromiso de todos. La guerra ha generado más de 220.000 muertes, 5.7 millones de desplazados ocupando así el primer lugar en el mundo en desplazamiento interno, ha sido una guerra sin límites, en la que  ha prevalecido la violencia  sobre la población civil. Según informe del grupo de memoria BASTA YA, ocho de cada diez muertos son civiles, en las últimas tres décadas se cometieron 1.982 masacres, el 59% de los casos los responsables fueron los paramilitares, el 17% corresponde a las guerrillas, y el 8% a los perpetradores del estado. ¿Será que estos datos no son suficientes  para los  opositores de la Paz, que alimentan día a día la campaña guerrerista e incitan a la población a oponerse al proceso, pensando que a punta de bala se consigue la paz?