La Nación
Nuestra frivolidad 1 7 mayo, 2024
COLUMNISTAS

Nuestra frivolidad

Francisco José García Lara

La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia emitió dos sentencias significativas: en la primera aplicó la figura del “habeas corpus” a un oso de anteojos decidiendo regresarlo a su hábitat; en la segunda, ordenó a la sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá que emitiera un nuevo fallo reconociéndole a una mujer una indemnización por los maltratos físicos y psicológicos que padeció por cuenta de su exmarido.

El primer caso tuvo prelación en los medios de comunicación, dejando de lado que el Alto Tribunal protegió un animal con una figura diseñada para los seres humanos. Para el segundo caso hubo menos despliegue, aunque los periódicos más importantes sacaron sendas crónicas en el fin de semana, fue poca la cobertura para informar sobre la histórica sentencia.

Concomitantemente, mientras el país observaba atónito las nuevas revelaciones sobre la corrupción en el caso Odebrecht, los medios desviaron la atención al divorcio de James Rodríguez, dándole extraordinaria notoriedad a la situación familiar del volante de la selección Colombia de futbol.

De esta manera quedó demostrada nuestra frivolidad, al considerar más importante la liberación de un oso que el fallo en el cual se define que en casos de violencia intrafamiliar debe indemnizarse a las víctimas, independientemente de su capacidad financiera. Así mismo, nuestra frivolidad hizo que se priorizara la crisis matrimonial de un jugador de futbol sobre la corrupción que tanto nos indigna.

Por esa misma frivolidad hemos traspasado límites increíbles, hasta el punto de que cualquier maltrato animal es masivamente rechazado, pero los asesinatos diarios, incluidos niños, no provocan la misma reacción. Tampoco nos preocupa que se expida un fallo protegiendo un animal mientras hay miles de casos esperando justicia, es decir que ni siquiera nos genera reflexión esos seres humanos que llevan años esperando un fallo en la misma sala de la Corte Suprema de Justicia.

Atendemos lo trivial, nos rasgamos vestiduras cuando se maltrata a las mujeres, pero cuando se expide un fallo que las protege, preferimos darle mayor importancia a la liberación de un oso o al divorcio de un deportista.

Así somos, con el gran apoyo de los medios de comunicación, nuestra frivolidad hace que nuestras prioridades estén al revés, y por ende, con mucha frecuencia desviemos la atención frente a los hechos y situaciones verdaderamente importantes, para concentrarnos en lo fútil.

Al margen: Buenísima la idea del detector de mediocres que comparten textos en las redes sociales sin leerlos, que comenzó con la noticia sobre la presunta presidencia del senado para Timochenko.

garcia.francisco@javeriana.edu.co