La Nación
Paños de agua tibia 1 4 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Paños de agua tibia

 

Sergio Felipe Salamanca Borrero

El mundo está próximo a cumplir medio siglo de lucha contra el narcotráfico, sin embargo, lejos de estar agonizando, esta industria ha sido lo suficientemente hábil para adaptarse a las nuevas dinámicas políticas, sociales y de mercado, logrando mantener de esta manera sus cuantiosos dividendos. Digo esto, con ocasión del anuncio hecho por parte del Gobierno Nacional, en relación con la reactivación de las aspersiones áreas de cultivos ilícitos y de las reflexiones a las cuales este tipo de decisiones debería llevarnos.

A pesar de que el Glifosato se encuentre vedado en muchos países y se referencie como una sustancia cancerígena, resulta llamativa la determinación del Gobierno por reactivar en el país, las fumigaciones aéreas. Determinación que puede verse reflejada en la “discreta” modificación del reparto de tutelas por medio de la expedición del Decreto 333 de 6 de abril de 2021, el cual limita el reparto de tutelas por temas de “erradicación de cultivos ilícitos” únicamente al Consejo de Estado, cerrando de esta manera la posibilidad de que los jueces de las regiones afectadas por la fumigación, puedan conocer y resolver este tipo de tutelas.

Omitiendo el anterior detalle, aún quedan pendientes las discusiones en torno a la vida y salud de las personas que habitan en las zonas donde se van a llevar a cabo las fumigaciones, así como la protección de las comunidades indígenas y del medio ambiente. Temas que en conjunto, desempeñan un rol central en todo Estado Social de Derecho. Ahora bien, es en este punto donde debemos preguntarnos: ¿Ha valido y vale la pena continuar con las fumigaciones? ¿Es la mejor solución? Y en especial ¿hemos logrado avances significativos?

Respecto de la última pregunta podemos decir que, luego de décadas de sangre, plomo y glifosato, lo único que hemos logrado es que la industria se haya tecnificado y vuelto más eficiente, existiendo mayor variedad de productos y calidades. Dicho en otras palabras, considero que, por este camino, las cosas van a seguir igual y entonces me gustaría preguntar ¿Por qué no probar alternativas que no impliquen rociar con glifosato a personas como usted y como yo? Alternativas como: (i). La legalización, que paradójicamente ha tenido éxito en los países que históricamente nos han señalado y exigido resultados en la lucha contra el narcotráfico; y (ii). El desarrollo de una verdadera política agraria, enfocada en estimular la formación empresarial de nuestros campesinos.