Eso respondió en Neiva el vicepresidente Angelino Garzón, en un foro organizado por la Cámara de Comercio, cuando se le preguntó sobre si cree en la paz. “No me gusta hablar de post conflicto, para qué ensillar los caballos sin haberlos comprado”.
Angelino Garzón, vicepresidente de la República demostró este lunes en Neiva que está de salida. Y aprovechando que le quedan tres meses en el poder nada le impide para hablar de frente, sin tapujos, sin rodeos que lo puedan meter en aprietos con el Presidente.
Aunque reconoció que “donde manda capitán no manda marinero”, como dijo al argumentar que aplazó su primera visita a Neiva porque Santos le había pedido que lo representara en el homenaje a Gabo en Bogotá, Garzón habló duro este lunes en la capital y dejó entrever ciertos distanciamientos con el Gobierno.
El Vicepresidente estuvo en la Cámara de Comercio de Neiva.
Primero, no le gusta hablar de postconflicto. La razón, según él es porque no se debe ensillar el caballo sin haberlo comprado. Es decir, primero que se firme la paz. Después, viene lo segundo.
En realidad, Garzón no cree en la paz hasta que no haya un compromiso de las FARC, una guerrilla a la que tampoco le cree.
“No le creo sino se compromete con la población civil a decir que cesarán el secuestro, las practicas criminales, las minas antipersonales, reclutamiento de menores”.
Con su mirada penetrante se impuso en el auditorio.
A estas alturas del chico, Angelino Garzón cree en hechos de paz, no en palabras de paz, que es lo que ha venido haciendo la subversión en La Habana, Cuba. “La guerrilla debería cogerle la caña al presidente Santos que quiere firmar la paz este mismo año…”, dijo.
Angelino Garzón, en su intervención en la Cámara de Comercio de Neiva, que lo trajo para hablar del postconflicto con el sector empresarial, lanzó puyas al gobierno Santos.
“El Presidente debió llamar a expresidentes, obispos, gremios, todos los sectores de los partidos políticos en el país e informarles sobre los avances del proceso de paz en La Habana”, dijo. “Cuando uno es gobernante debe informar, la gente valora los avances y las dificultades”, añadió.
"Si nosotros socializamos la información romperíamos con los hacker, todos esos métodos informáticos", expresó.
El Vicepresidente afirmó que los colombianos no le deben nada a las Farc.
Garzón aprovechó el escenario para reiterar que después de la primera semana de agosto no será vicepresidente. Habrá un nuevo Presidente (a) y recomendó a los mandatarios locales y regionales estar a tono con el nuevo mandatario nacional, independientemente de quien gane.
“No puedo cantar mi voto, mal negocio haría yo si lo canto. El Procurador General de la Nación puede sancionarme y ya estoy bastante grandecito para estar sancionado”, expresó jocosamente.
Antes de marcharse, de responder las preguntas de los gremios, de los periodistas, el Vicepresidente Garzón reconoció que Colombia es el país de la impunidad. El ejemplo más claro es su hija asesinada en el año 2000. Después de 14 años, a la Justicia no le valió que él fuera Gobernador del Valle, Ministro, hoy Vicepresidente. El caso sigue impune. “Si eso ha pasado con Angelino imagínese con las otras personas”, recalcó.
Este es un país discriminatorio, también expresó. “Yo me estaba muriendo de un accidente cerebro vascular y ya me estaban pidiendo la renuncia, pedían que se acabara con la figura del Vicepresidente”, concluyó.
Decenas de personas escucharon atentamente sus pronunciamientos.