En todas las campañas electorales, tanto para cargos de elección popular como para las Corporaciones Públicas, una de las promesas de los políticos que jamás falta es la creación de empleo. Sin embargo, nunca hacen referencia a turismo como estrategia para conseguirlo. Parece que desconocieran que el turismo desde 1970 es la actividad económica que más empleo genera en el planeta. Las estadísticas al respecto muestran que esta actividad por si sola genera 280 millones de empleos en el mundo. Y si lo es para en el mundo, ¿por qué no puede ser una alternativa para mejorar los niveles de empleo en el Huila? En los días que van de este año he asistido a dos reuniones convocadas por el nuevo Secretario de Cultura y Turismo del Departamento, José Ader Castro, en las que se percibe que el desarrollo turístico del Huila será una las locomotoras fundamentales del gobierno que preside la gobernadora Cielo González. Es estimulante escuchar de que de lo que se trata en su gobierno es pasar de las palabras y los planes a las realizaciones, de contar con un potencial turístico excepcional, a un turismo activo y generador de oportunidades de empleo, a partir del disfrute de todo lo que ofrece el Huila en patrimonio cultural y natural. Ahí están los sitios arqueológicos y paleontológicos de clase mundial, los paisajes, la arquitectura patrimonial, la gastronomía, las artesanías, el folclor, la música autóctona, etc. que hacen de este departamento un destino único en Colombia, aún sin explotar. Siempre he creído que fomentar la industria sin chimeneas, es cuestión de actitudes de los gobernantes, de conocimiento y de valoración de lo que esta actividad le aporta a los ingresos de una región. Los parques arqueológicos de San Agustín e Isnos fueron declarados por la UNESCO patrimonio mundial en 1995. Ninguno de los gobernadores se había preocupado hasta ahora por el diseño de una estrategia para aprovechar estas fortalezas, como veo que se propone la nueva mandataria. Ahora con recursos de Proexport y del departamento en alianza con los municipios la suerte del turismo podrá ser otra, a lo mejor para cambiar la historia.