Enrique Dussán Cabrera
En una conversación informal manifesté que elegir presidente de la república, comprende elegir a una persona que asume unas consecuencias de las cuales se es poco consciente, para cuando se vota por los candidatos, pues se está eligiendo al jefe del Estado, al jefe del Gobierno, a quien va a ejercer la suprema autoridad administrativa, supremo comandante de las fuerzas armadas de la república, y por, sobre todo, a quien simboliza la unidad de la nación colombiana, al así establecerlo la constitución política.
Esto último, poco conocido y ejecutado, pues el presidente de la república representa los valores que tiene el pueblo colombiano y los cuales fundamentan a la nación constituida como Estado social y democrático de derecho, que conlleva a que uno de sus principales valores sea el respeto de la dignidad de la persona humana.
Y como nuestra nación es diversa étnica y culturalmente, debe tener en cuenta que el valor supremo existente es el respeto de todos los valores que dignifiquen al ser humano, la que a su vez lleva a que debe garantizar la diversidad para mantener la unidad de la nación.
No es concibiendo una sola forma de pensar, de creer o apropiarse del conocimiento, la que da superioridad, es la del respeto a la diversidad.
El ejercicio de la jefatura del Estado, del gobierno, de ser el supremo comandante de las fuerzas armadas y de suprema autoridad administrativa, no puede conducir a desconocer valores de cualquier habitante del territorio colombiano, pues al jurar como presidente de la república asume el deber de garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos; de todos y no de una fracción por más allegada que sea a sus convicciones. No cumplir con este deber constitucional es una violación de esta.
Y entonces me preguntaron: ¿Cuándo sabemos que el presidente de la república está actuando en su calidad de símbolo de esa unidad?
En mi opinión, siempre debe actuar bajo esa preeminencia, mientras sea el presidente de la república, pues, así como en la monarquía española, el rey es el símbolo de la unidad del Estado Español al establecerlo el artículo 56 de su constitución y mientras sea rey será quien simboliza a todos los españoles (y eso que ellos tienen mucho más marcada las regiones y autonomías), por tanto, el presidente de Colombia, mientras lo es, encarna la unidad de la nación y debe expresarlo haciendo respetar los mandatos constitucionales.
¡Pues entonces, que el próximo presidente se ponga la camiseta de la selección que es el mejor símbolo y así nos identifica a todos! Dijo finalmente uno de los que me escuchaba.
Quizá, actualmente, esa es la principal forma en que manifestamos nuestra unidad. Pero existen muchas otras y deben expresarse.