La Nación
¡Rajadas! 1 25 abril, 2024
OPINIÓN COLUMNISTAS

¡Rajadas!

Por: Francisco Argüello

 

Es una pelea perdida. Una lección sin aprender que nos está generando muertos, centenares de contagiados y lo peor: las camas UCI en Neiva y el Huila colapsadas. Las EPS perdieron el examen con las pruebas covid, las únicas que permiten conocer si se posee el virus y aislarse, pero ya ni siquiera las piden porque es frustrante. Recién empezó la pandemia, en junio pasado, una conocida solicitó un examen, pero jamás recibió el resultado. Estuvo diez días con fuertes dolores de cabeza, fiebre de 38 grados, pero nunca le notificaron. Supone que era covid. Y aunque se resguardó los primeros días, no pudo esperar un mes el resultado y salió a la calle. Aunque se cuidó es consciente que pudo- en un caso extremo- contagiar. El virus parece que le repitió. Y parece porque esta vez, agobiada por la negligencia de las EPS con las pruebas, optó por no practicarse el test. Está guardada, esperando que los síntomas y los días pasen. No tiene el dinero- como ocurre con la mayoría de los colombianos- para una prueba privada.

En el Huila y en el país, hay que tener dinero para tener certeza. Si se tiene entre 80 y 280 mil pesos, corra y practíquese la prueba con un laboratorio, cuyo resultado es rápido y efectivo. Con las EPS es un desastre. Y lo peor: no hubo autoridad que las apretara y les exigiera resultados. Están colapsadas, así lo nieguen.

Por esto, hay mucho sinvergüenza con síntomas en las calles, deambulando como si nada, callados, seguros que pueden arruinarle la vida a los demás, pero también argumentados en que no tienen dinero para practicarse una prueba y que tramitarlas con las EPS es una odisea.

Hice el ejercicio. Pregunté quién había tenido frustraciones con las pruebas. Y respondieron varios colegas, amigos y cercanos. Una de ellas, me confesó que en julio pasado- a raíz de un alto riesgo de covid- 19 de un pariente- pidió un test. Se lo practicaron a ella, su esposo y a sus dos padres, adultos mayores. A los jóvenes les llegó el resultado. Los adultos – los de mayor riesgo-, quedaron con la duda. Hay gente que le entregan resultados a los 25, 30 días cuando es tarde. De qué sirve un resultado tardío si la mayor exposición del virus tarda 15 días.

Estarán tan colapsadas que a unos conocidos en un pueblo cercano de Neiva, a quienes se les murió su hijo, jamás les practicaron la prueba, pese a que estuvieron en el lecho de su muerte.  “Si sienten síntomas avisen”, les informaron. Olvidaron que podían ser asintomáticos. Tampoco les fumigaron su casa, como ocurriría normalmente. No les hicieron seguimiento.

Entonces, seamos francos. No valen los pico y cédula de Gorky Muñoz, ni los confinamientos y cierres del gobernador Luis Enrique Dussán si hay mucho adolorido que prefiere callarse, pasar su covid con ibuprofeno y acetaminofén, que sentarse a esperar semanas unos resultados de una prueba que nunca llegarán. ¡Estamos jodidos!