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Reelección: preocupantes consecuencias

Entre más intenso y profundo sea el debate respetuoso sobre las distintas opciones políticas que se le ofrecen a una sociedad, mejor para la democracia.

Al fin de cuentas, esa es la razón de ser del sistema. En nuestro caso, ya está llegando la hora en la que los electores emitirán su veredicto. Y a todos nos conviene que ese pronunciamiento se base en una reflexión cuidadosa acerca del presente y futuro del país.

Es decir, que lo que la gente resuelva se traduzca en un mandato claro, sin ambigüedades y definido en cuanto a sus objetivos. Nada sería más peligroso que adoptar una decisión carente de rumbo.

A Colombia , de ninguna manera , le convendría la reelección del Presidente Santos porque los demás son malos candidatos o no tienen carisma.

En esas condiciones , cual sería la razón del voto por el hoy Jefe del Estado ?
Los ciudadanos estarían pronunciándose a favor de lo que prometió en su primera campaña, respaldarían lo que está haciendo en el Gobierno , apoyarían lo que prometa
ahora , o le girarían un cheque en blanco para que haga lo que quiera hacer si es reelegido ?
Si el caso es el primero, el salto a la incertidumbre sería gigantesco porque ya incumplió. En el evento de que se trate de lo segundo, las consecuencias serían malas para la nación.

De esa manera, se diría que el desconocimiento de los mandatos populares no importa. Se respaldaría que las conversaciones con las Farc estén acompañadas de secuestros, asesinatos, extorsiones, y destrucción de la infraestructura.

Habría respaldo a las concesiones jurídicas y políticas a los terroristas.

El olvido ocultaría los errores en materia de reformas a la educación, la justicia y la salud.

No se castigaría la debilidad en política exterior y se mostraría desinterés en el abandono del diálogo popular auténtico.

Frente a la eventualidad de que la principal motivación de los electores sea la tercera, no hay que hacer grandes esfuerzos para decir que se trataría de una inmensa ingenuidad , toda vez que en eso de cumplir los compromisos electorales las credenciales de Santos son muy pobres.

El cuarto escenario, es al fin y al cabo , el que , en realidad , surgiría , porque , tal como lo han proclamado quienes lo conocen bien , el Presidente es un jugador.
Y por esa razón no se le debe girar un cheque en blanco.

Aquella tesis , por lo demás bastante mediocre , de que es mejor malo conocido que bueno por conocer no puede ser el argumento para darle otra oportunidad a quien ya la tuvo y falló.

Entre otras cosas , porque un mensaje electoral en ese sentido tendría significados muy negativos , tal como acabamos de verlo.

Además , el principal retador de Santos tiene magníficas condiciones. Óscar Iván es un ciudadano decente , bien preparado , con experiencia, excelentes propuestas y convicciones.

¿Qué no juega póker? mejor que sea así.

¿Y que le falta carisma? viendo con quien compite , mejor no hablemos. En todo caso, lo más conveniente para el país es apostarle al futuro y evitar las preocupantes consecuencias que tendría la reelección.