Yamid Sanabria
Seguí de cerca al “Trump Santandereano” en su visita a la ciudad de Neiva. Es todo un show en público y en redes sociales; tiene un discurso básico, pero bien elaborado, sabe capitalizar el inconformismo y su figura autoritaria lo hace fácil de vender en una sociedad que lamentablemente naturaliza las expresiones violentas.
La caravana fue espontánea, no había presencia de un solo político regional (casi todos estaban organizando la calle de Fico), y el evento principal dejaba ver un público de todas partes del Departamento, inclusive del Putumayo y Caqueta, personas convencidas de votar por el viejito.
Su recibimiento fue efusivo. En su discurso me llamó la atención dos imágenes que proyectó, la primera una que ubica a Colombia como una “gran finca que se han robado, esquinera y con agua por lado y lado”; como una analogía a esa ruralidad rica y abandonada. En una segunda fotografía aparece una cárcel, para hablar de la inseguridad, analizando que “allí están es los pobres, algunos les ha tocado esa vida por culpa de los políticos ladrones”; un poco justificando que todos los problemas del país son producto de la corrupción, hasta ser pobre.
El desprestigio de los políticos ha creado a Rodolfo. Tal vez podrá vender propiedades del Estado, convertir la casa de Nariño en museo, donar su salario y reducir las dádivas; pero de ahí no va a pasar, acabar con la corrupción en entidades municipales y departamentales no estará a su alcance, así como interferir en procesos de contratación para que gane “el mejor”, como presuntamente lo intentó hacer en Bucaramanga con las basuras, así diga que engañaron a su hijo.
Pero va subiendo, según la última encuesta de Invamer está aproximadamente a 6,2 puntos porcentuales de Fico para ganarle el segundo lugar, y en una eventual segunda vuelta, estaría en un empate técnico con Petro. Este “outsider” de la contienda, toma votos indecisos, se ve atractivo para la derecha, no le disgusta a los críticos del sistema y sabe desviar la atención cuando se le cuestiona por sus nexos políticos, negocios u otros temas de su pasado.
Rodolfo tiene “relocos, papi, relocos” (como su popular video de tik tok), a las campañas de Fico y Petro; porque aparece como un fuerte competidor. Un viejo empresario con ínfulas de dictador, parece ser una historia ya contada, sin un final feliz.