La Nación
Respuesta de fe en tiempo de pandemia  1 25 abril, 2024
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Respuesta de fe en tiempo de pandemia 

 La fe es un don y una virtud, hay que pedirla y hay que alimentarla, y muchas personas no lo hacen, o porque no saben, o porque no les interesa o porque confunden la fe con otras cosas que nada tienen que ver con ella.

 

Padre Elcías Trujillo Núñez

 

 «En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: – «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: – «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.» Él les preguntó: – «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: – «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: – «¡Dichoso tú, Simón, ¡hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.» Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.» (Mateo 16,13-20)

Cuando he preguntado a muchas personas sobre lo que piensan de Jesucristo, me sorprende positivamente que en general la mayoría de la gente tiene una opinión muy buena sobre Jesús, su mensaje, su vida y sus ideales. Es verdad que luego quizá esta creencia no lleva a un compromiso explícito de la fe ni se trasluce en una vida acorde con esos valores que se dicen admirar. Como en tiempos de Jesús, mucha gente hoy tiene distintas valoraciones de su persona: para unos sigue siendo un hombre sabio, un profeta, un revolucionario, un gran personaje. Pero lo de Hijo de Dios que profesa san Pedro en el Evangelio de hoy ya está un poco más complicado; pero eso es normal.

La fe es un don y una virtud, hay que pedirla y hay que alimentarla, y muchas personas no lo hacen, o porque no saben, o porque no les interesa o porque confunden la fe con otras cosas que nada tienen que ver con ella. Lo que realmente es preocupante es la valoración que hace la gente de los seguidores de Jesús, de la Iglesia, los que nos llamamos cristianos.

En general, la valoración es muy negativa, en muchos países está entre las últimas instituciones de la sociedad. ¿Qué pasa entonces? ¿Será que la Iglesia no sabe comunicar bien esa fe que profesa? ¿Será que esta imagen se arrastra precisamente como consecuencia de otros tiempos donde el poder de la Iglesia y la imposición de su moral se extendía a toda la sociedad? No lo sé, pero es preocupante que la mayoría de la gente valore tan positivamente el mensaje de Cristo y tan negativamente el de la Iglesia. ¿Tan diferentes han llegado a ser? ¿Tanto opacamos el rostro y el mensaje de Cristo? ¿O seguiremos añorando la imagen de un Mesías triunfador, poderoso, impositivo, condenador que haga temblar, que infunda miedo y no amor? ¿No nos costará entender antes y ahora a ese Mesías proclamado por los apóstoles, pero corroborado en la cruz, en el no-poder, en el fracaso aparente? Cristo nos invita a una felicidad que pasa por la cruz, que no huye del sufrimiento, que se abaja para amar y servir más y mejor.

Una felicidad que no nace del poder ni de la fama ni del dinero, sino de la humilde entrega diaria en ser Buena Noticia para los empobrecidos y marginados de nuestra sociedad. En este tiempo de pandemia, renovemos hoy con humildad nuestra fe en Jesús, Mesías y Salvador, y hagamos personal y comunitariamente el compromiso de ser en el mundo y entre quienes nos rodean, ejemplos vivos del amor y de la entrega de Cristo hacia los más necesitados.

Nota: Le invitamos a seguir las celebraciones eucarísticas cada domingo a las 7 am, a través de Facebook live Citynet Timaná, y la Televisión local Ategaitana. 

 

“En este tiempo de pandemia, renovemos hoy con humildad nuestra fe en Jesús, Mesías y Salvador”